El objeto de la iniciativa se centra en la protección de los caballos, y para tal fin establece la derogación de la Ley 24.525 que permitió el fomento del consumo de este tipo de carne.
"Se trata de la defensa de nuestros fieles compañeros, aliados en el progreso y desarrollo del hombre, porque observamos con preocupación el aumento del cuatrerismo y de prácticas vinculadas al maltrato animal y a la clandestinidad, funcionales a un accionar delictivo con fines exclusivamente comerciales", explicó la Legisladora, quien detalló que el destino principal de la faena equina es la exportación para el consumo humano.
Según datos del Ministerio de Agricultura de la Nación, en 11 meses de 2014 se vendieron al exterior 15.267 toneladas de carne equina por US$56,8 millones, pero se estima que hay otro tanto de operaciones no declaradas.
Por otro lado, nuestro país es el primer exportador y cubre el 23% de la demanda mundial -más de 200.000 caballos faenados por año – , y como productor se ubica detrás de China y México, a la vez que Francia, Holanda, Italia, Rusia y en los últimos años Japón son los principales compradores.
"¿Puede la demanda imponer una práctica tan cruel con tan noble animal? Somos conscientes de que se trata de una transacción exclusivamente comercial en la que no somos consumidores. A ciencia cierta, son pocos los argentinos que conocen esta realidad, la mayoría se sorprende y la condena cuando la descubre, ya que el vínculo transgeneracional que hemos establecido con los equinos promueve el rechazo de su consumo", sentenció Riofrío.
