Dos jueces federales de Mendoza y otros tres ex integrantes de la Justicia Federal fueron imputados por el juez Walter Bento por omisión de investigar denuncias sobre desaparición de personas durante la última dictadura militar.

El pedido de imputación había sido elevado por el fiscal Omar Palermo en julio, sobre los jueces camaristas Otilio Romano y Luis Miret y otros tres ex magistrados que cumplieron funciones en esos fueros Guillermo Petra Recabarren, Gabriel Guzzo y Rolando Carrizo.

En el caso de Romano, que en esos años se desempeñaba como fiscal, se lo señala como sospechoso de omisión "sistemática y prolongada en el tiempo" y de "promover la persecución y represión". Además, estaría involucrado como partícipe secundario en 124 casos de desapariciones, torturas y homicidios. Por este mismo delito fue acusado Guzzo pero por 107 hechos. En cuanto a Miret, está sospechado de omisión en investigaciones de 31 denuncias. Por esta situación, Miret había sido separado del cargo que ocupa en la Facultad de Abogacía de la Universidad Nacional de Cuyo, aunque esta semana, por orden del juez Luis Santamaría, la UNC se vio obligada a reincorporarlo. Petra Recabarren, en tanto, fue imputado por el presunto hecho de no investigar 26 denuncias de desapariciones y secuestros al igual que Carrizo, pero en 20 casos. La pena que les correspondería a Miret, Recabarren y Carrizo es la inhabilitación en el cargo que desempeñan. Mientras que a Romano y Guzzo les correspondería una condena a prisión, pero en el caso de Romano tiene fueros, mientras que Guzzo, presenta problemas de salud, por ende ninguno iría a prisión.