Si ya era poco lo que tenía Domingo Alfaro con ese rancho, ahora lisa y llanamente quedó sin nada. Es que el anciano salió ayer en la mañana a cobrar su pensión y, en su ausencia, alguien le prendió fuego a su precaria vivienda de madera y nailon levantada en un lote prestado de Rawson.

Alfaro, de 72 años, anoche tenía pensado dormir dentro del auto viejo de un vecino. El fuego le había quemado por completo un colchón, un catre, un par de sillas, una mesa, la radio y hasta esa heladera que no funcionaba, pero que cuidaba con la idea de repararla algún día. Ni el único traje que tenía y guardaba celosamente se salvó, porque todo quedó convertido en cenizas.

El abuelo vive solo de hace muchos años, no ve a su familia. La única gente cercana son los vecinos del Loteo Don Juan y del barrio Alameda, en Rawson, a los que a veces riega los jardines o cuida sus casas como para hacerse una "changa". Alfaro, antes había sido el sereno en esa zona.

Como no tiene casa, se levantó un ranchito con palos, algunas maderas y nailon en un terreno que le prestaron en calle Recabarren, en Loteo Don Juan. Ese era su hogar, sin baño ni agua y con un poco de energía que le pasaba un vecino.

"Estaba tranquilo aquí. No molesto a nadie, pero últimamente se metían a mi rancho a robar lo poco que tenía. Me sacaron las frazadas, después me robaron la bicicleta", contó Domingo Martín Alfaro.

Ayer fueron más allá. Alfaro salió a eso de las 8:30 para ir a cobrar su pensión y al rato su ranchito empezó a arder. Se descarta un incendio accidental, todo indica que una persona ingresó y prendió fuego, comentó un policía. El siniestro arrasó en pocos minutos con todo, dejando al anciano en la calle.