Miles de españoles indignados con los ajustes marcharon ayer al Congreso en Madrid para exigir la renuncia del presidente Mariano Rajoy y nuevas elecciones, y la policía reprimió con porras para contener a la multitud en medio de ánimos cada vez más caldeados.

Al menos 28 personas fueron detenidas y 64 resultaron con heridas leves, según medios españoles, después de que los agentes actuaron contra un grupo de manifestantes que intentaron superar un vallado de seguridad en la Plaza Neptuno, la zona más próxima al Congreso de los Diputados de España.

Miles de personas, convocadas por la plataforma ¡En Pie! bajo el lema ‘Ocupa el Congreso‘, se concentraron en las inmediaciones de la sede parlamentaria para exigir la dimisión de Rajoy, el presidente del gobierno, del derechista Partido Popular. “Rajoy dimisión”, corearon los manifestantes, que no pudieron acercarse al Parlamento, cuyo perímetro se encontraba custodiado por unos 1.300 agentes. “Menos policía y más educación”, eran otras de las consignas que repitieron los activistas, que llegaron a la zona en distintas marchas que partieron de la madrileña plaza España y Atocha.

La Delegación del Gobierno cifró en 6.000 las personas que participan en la protesta del 25-S (25 de septiembre), impulsada en junio desde las redes sociales.

La convocatoria, llama a los ciudadanos de toda España “a rodear el Congreso de los Diputados de Madrid de forma indefinida” hasta conseguir la “dimisión del gobierno” y la “disolución de las Cortes y de la Jefatura de Estado”. El objetivo final es abrir “un proceso constituyente transparente y democrático para redactar una nueva Constitución”. La acción, que fue ideada por un grupo de activistas anticapitalistas que conforman la plataforma ¡En Pie!, dividió desde el principio al 15-M o movimiento de los indignados, porque se tratado de una iniciativa no consensuada.