Los docentes de Santa Cruz volvieron a realizar ayer una marcha en Buenos Aires, en la que hubo incidentes y detenidos, y responsabilizaron a la presidenta Cristina Fernández por la represión perpetrada el jueves frente al ministerio de Trabajo, repudiada por gremios y organizaciones políticas.
Los maestros le acercaron un petitorio, a la Presidenta y la acusaron de tener la “responsabilidad principal” en los sucesos de el jueves, y advirtieron que este hecho “agrava” el conflicto en la provincia, por el cual ya se perdieron 56 días de clases.
Al llegar a la marcha a Plaza de Mayo un grupo de manifestantes, muchos con el rostro cubierto, se desprendió de la columna principal y comenzó a arrojar piedras contra la policía, provocando heridas a ocho efectivos, e intentó traspasar el vallado que impide acercarse a la Casa Rosada.
Fuentes policiales dijeron a DyN que tras los incidentes 45 personas fueron detenidas. Mientras tanto, dos docentes santacruceños lograron acercarse a la Casa de Gobierno y entregar un petitorio dirigido a la presidenta.
“Le pedimos que interceda para abrir un canal de diálogo que el gobernador (Daniel) Peralta clausuró por decreto”, dijo a Ezequiel Alonso, uno de los maestros que dejó la nota en la mesa de entradas de la sede gubernamental. Además, dijo desconocer al grupo que protagonizó incidentes en Plaza de Mayo.
Tras la violenta represión del jueves a los docentes sureños que habían instalado carpas frente a la cartera laboral, el gremio ADOSAC ratificó la continuidad del paro por tiempo indeterminado y volvió a reclamar la intervención del ministro Carlos Tomada para destrabar el conflicto.
El titular de Adosac, Pedro Muñoz, dejó un petitorio en la Casa de Gobierno provincial solicitando que “en cumplimiento de la ley” medien en el conflicto el equipo de abogados de la CTA, la Asociación de Abogados Laboralistas o el obispo local, Juan Carlos Romanín.
En este marco, Romanín, rechazó el accionar de las fuerzas de seguridad y ofreció la sede del obispado para abrir una urgente instancia de diálogo. ‘Los maestros están heridos en el cuerpo y en el ánimo‘, advirtió.
En tanto, el gremio docente CTERA, cuestionado por los maestros santacruceños, ofreció en un comunicado ‘su mediación para obtener un ámbito de negociación, entendiendo que es altamente perjudicial para la Comunidad Educativa de Santa Cruz un conflicto donde durante 60 días no hubo clases‘.
