�El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, evitó ayer pronunciarse sobre la decisión de la automotriz General Motors (GM) de rebajar un 35 por ciento los salarios de los 2.700 trabajadores de su planta en la localidad santafesina de General Alvear, con el argumento de que la empresa no hizo una ‘notificación formal‘ de la medida. Capitanich formuló esas declaraciones en su encuentro matinal con la prensa en Casa de Gobierno y horas después en Puerto General San Martín, a pocos kilómetros de la planta de GM. Ante el derrumbe en las ventas, GM le informó al gremio SMATA que a partir de julio planea instrumentar la reducción del 35 por ciento.