Como consecuencia de las inundaciones en Pakistán, las enfermedades infecciosas digestivas y de piel se propagan rápidamente entre las víctimas y podrían complicar los esfuerzos de asistencia, advirtieron ayer organizaciones humanitarias.

Las inundaciones, provocadas por torrenciales lluvias monzónicas que desbordaron el río Indo, dejaron unos 1.500 muertos en poco más de dos semanas, forzaron el desplazamiento de 2 millones de personas y afectaron a varios millones más, según cifras oficiales.

La ONU se manifestó preocupada por la posibilidad de que enfermedades que se transmiten a través del agua causen aún más víctimas en los próximos días. Ya se registraron hasta ahora 36.000 casos de diarrea aguda potencialmente fatal, dijo Naciones Unidas. Por su parte EEUU dijo que donará 3 millones de dólares para establecer 15 centros de tratamiento para esas enfermedades, informó la cadena de noticias CNN.

En la provincia de Punjab, en el noroeste, más de 1000 chicos fueron atendidos por gastroenteritis en los últimos tres días, dijeron hoy fuentes médicas locales.

La ONU advirtió además que el problema, lejos de haber terminado, podría empeorar si los engrosados ríos hacen estallar las represas de la sureña provincia de Sindh.

Naciones Unidas pidió a la comunidad internacional 460 millones de dólares para ayudar a Pakistán.