Nuevamente estamos ante un inicio del ciclo lectivo con problemas. Los gremios docente, disconformes con la propuesta salarial del Gobierno nacional, resolvieron el no inicio de las actividades el miércoles último y dispusieron distintas medidas de fuerza, a pesar de la implementación de una conciliación obligatoria que, por ley, suspende los paros hasta tanto se den por concluidas las negociaciones. Cabe consignar que en nuestra provincia, el inicio de clases está previsto para el lunes 10 -debido a las últimas tormentas- por lo que el paro no incluyó a los docentes de esta jurisdicción.

Más allá de los argumentos que sostengan una u otra parte -gremios y gobierno-, y el grado de justicia que contengan las respectivas posiciones, lo importante es que las diferencias se discutan en los ámbitos adecuados, sin perjudicar a una sociedad que lo que menos necesita son enfrentamientos estériles que dejen a niños sin clases y las aulas vacías.

La discusión salarial es lícita pero siempre en el marco de la ley, respetándose la legislación en vigencia. En este caso no se puede desconocer la conciliación obligatoria y avanzar con paros que, sin duda, deberán ser declarados ilegales, de concretarse. La conciliación dispuesta por el Ministerio de Trabajo rige por 15 días hábiles, a partir del pasado miércoles 5, o sea que tuvo por objeto asegurar el normal inicio de las clases y otorgar un margen para la negociación salarial interrumpida. A excepción de CTERA (Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina), que hizo efectivo un paro por 48 horas, el resto de los gremios docente resolvieron acatar la conciliación permitiendo que el diálogo se reinicie en el marco de la paritaria federal.

En San Juan el gremio UDAP, que es mayoritario y que pertenece a CTERA, tampoco llegó a un acuerdo dentro de las paritarias locales, por lo que la discusión ha quedado para la próxima semana, a pesar de que en el medio está la fecha de inicio del ciclo lectivo a partir del lunes próximo.

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Hasta ahora las negociaciones no han alcanzado el entendimiento deseado, al haberse desarrollado en un clima de tensión y con posiciones muy rígidas. Está faltando un mayor diálogo y la predisposición de conciliar posiciones, que prioricen la educación por sobre los intereses sectoriales. Respetar la ley es la base de toda comunidad organizada y es una de las enseñanzas que se deben impartir en la escuela donde, lamentablemente, por estos días se desconoce ese principio.