La clásica siesta santiagueña, puntualmente en Termas de Río Hondo, se interrumpió a partir de anteayer y la ciudad quedó convulsionada por la pasión de los fanáticos del MotoGP. Para graficar lo que será la vuelta al país de una carrera por el Mundial de motos después de 15 años, se vendieron hasta el momento unas 52 mil entradas. Sus precios oscilaron entre 350 y 9 mil pesos y los boletos más económicos acreditan el acceso a un talud de tierra para seguir el giro de las máquinas. El centro fue literalmente tomado por motoqueros y con ‘fierros‘ de todas las marcas y cilindradas, atronaron el ambiente santiagueño.
