Buenos Aires, 14 de junio.- Hace días que la tranquila orilla de las playas de Rizhao, en la provincia china de Shandong, no es la misma. Es que una extravagante y gigantesca invasión de algas verdes transformó el color, la forma y la vida de ese lugar natural.
El aspecto de la costa tomó más la forma de una campo, que la de una plácida playa con arena y agua, ya que la especie que atacó la zona, llamada enteromorpha prolifera, hace varios días que persiste y no quiere retirarse. De acuerdo a lo que informó el diario Shanghaiist esta especie marina es comestible y rica en magnesio y otros nutrientes.
