La Policía y la Justicia investigan desde ayer si dos hermanitos de 9 y 6 años fueron sometidos a graves abusos sexuales por parte de su propio padre. Ambos niños se encuentran desde hace tiempo en distintos hogares sustitutos por disposición judicial, ya que en su propia casa eran víctimas de violencia familiar y no eran contenidos, dijeron fuentes policiales ligadas al caso.

Fue en una de esas instituciones no gubernamentales en las que ambos viven, por separado, donde el menor de los chicos reveló que él y su hermano eran ‘violados’ por su padre biológico. Por esa revelación uno de los encargados de los niños (con régimen de visitas con su progenitor) llegó a denunciar el caso en la Policía.

A priori, el relato manifestado en la denuncia configura un delito grave que, de confirmarse, no sería excarcelable para el denunciado pues tiene penas de entre 8 y 20 años de cárcel. Sin embargo los pesquisas son cautos y ahora esperan los resultados de otras pruebas, como el informe psicológico y el examen de un médico.

El psicólogo podrá decir si los niños fabulan o no, si realmente registran daño psicológico a causa de algún abuso sexual y, de confirmarse ese síntoma, si el padre puede o no ser ligado como causante de esa situación dañina. El informe del médico también es clave, porque este profesional determinará si existen o no en los niños lesiones que pueden atribuirse a un ultraje sexual.

Ambos estudios servirán para encaminar la investigación y para que el juez subrogante en el Segundo Juzgado de Instrucción, Juan Carlos Caballero Vidal, y la fiscal María Teresa Ravetti, evalúen si cabe o no resolver otro punto importante en la causa: ordenar la detención del denunciado.

Ayer no se descartaba que desde la Justicia se tome testimonio a los niños a través del sistema de la Cámara Gesell, que es una sala espejada donde el juez y las partes podrán observar (sin ser vistos por los niños) la entrevista filmada de expertos en psicología y encauzar a través de ese profesional alguna pregunta.

La utilización de este sistema es clave porque se realiza una vez y así se evita revictimizar al menor con sucesivas declaraciones ante pesquisas policiales y judiciales.