Ismael parece nacido para pelear. Sus silencios y su timidez siguen acompañando ese cuerpo menudito y achacado por problemas desde el mismo día que nació, pero increíblemente fuerte. A sus 6 años, ya sufrió demasiado pero sigue aceptando dolorosas pruebas, contestando preguntas sólo con una mirada de color verde. Ismael, el pequeño que conmovió a la provincia por su historia de lucha cuando perdió un brazo al meterlo en un secarropas en movimiento, deberá afrontar una nueva operación. Este mes será intervenido en su riñón izquierdo, que no le funciona correctamente, y de acuerdo su mamá ésta será la décima cirugía que deberá afrontar en su corta vida.
La operación inicialmente fue gestada y prevista en el hospital Garrahan, al que fue derivado tras el accidente en septiembre pasado, pero finalmente se realizará en el hospital Rawson. Sucede que Noemí Sánchez, mamá de Ismael, es flamante madre de Pablo, de apenas un mes de edad. ‘Además de que es muy chiquito, tiene diabetes, un soplo y una pequeña hernia. No puedo irme a Buenos Aires por tiempo indeterminado, porque ambos niños requieren de muchos cuidados. Entonces, los médicos del Garrahan y los del hospital Rawson trabajaron en conjunto y decidieron operar a Ismael en San Juan‘, contó Noemí.
Esta semana, al pequeño le harán los últimos estudios, luego los profesionales tendrán una interconsulta y elegirán el día de la operación, adelantó la mamá.
El riñón izquierdo de Ismael está obstruido y por consiguiente no puede eliminar toda la orina. ‘Hay dos opciones, desobstruirlo o extirparlo. Los últimos estudios van a ser claves para determinar qué tipo de cirugía necesita‘, explicó Noemí.
Ésta será la décima cirugía del pequeño. La primera fue a los 12 días de vida, también por su problema renal congénito. Luego, relacionadas a su aparato urinario llegaron seis más, incluida una cirugía de vejiga, en 2012. En tanto, tras el accidente con el secarropas, el 21 de septiembre, lo operaron para reimplantarle el brazo, luego sufrió una cirugía por problemas derivados de la anterior y posteriormente otra más para sacarle la extremidad, cuando su vida pendía de un hilo.
‘No sabemos cuánto durará la recuperación. La última vez que lo operaron del riñón, pero del derecho, y de la vejiga estuvo 7 meses internado. Ojalá que esta vez sea diferente‘, añadió Noemí, quien dijo que dependerá de la evolución del pequeño que este año pueda volver a la escuela. En 2014, por el accidente, Ismael perdió el año lectivo, por lo que debe volver a hacer el primer grado.
