A las ganas y a los esfuerzos cotidianos de los agricultores del departamento norteño los está minando la falta de agua. Es que de a poco se ido disminuyendo el recurso elemental para la actividad agrícola, tradicional en la zona y también en la pecuaria, que es de base alfalfa con ganadería bovina mayoritariamente.

Esta semana mientras recolectaba sus primeros tomates, en la zona de Villa Mercedes, un agricultor de apellido Bravo comentaba que en cada riego se viene notando la disminución en el caudal de agua que viene por las acequias y ésto preocupa y mucho. "Nosotros estamos trabajando con dos socios más de este lugar para entregar tomate en una empresa de la ciudad, y las plantaciones vienen bien, pero ahora que es cuando más agua necesitamos, empieza a faltar y eso nos pone mal", agregó.

También productores de la calle Ontiveros, que se encontraban enfardando a la hora de nuestra recorrida expresaron su honda preocupación porque los costos del alambre y de la gente se han ido por las nubes, y "lo que nos faltaría ahora es que nos empieza a escasear el agua para regar. Están saliendo buenas cantidades de fardos, sobre 180 y hasta 200 por hectárea, pero nos preocupa el futuro", señalaron a este medio. Pidieron que no se mencionara su nombre porque aseguraron que "el campo está duro" y no les interesa aparecer en los diarios.

Integrantes de la Asociación de Productores y Ganaderos de Jáchal también visitados por Suplemento Verde mencionaron que se han hecho varias reuniones con la Delegación de Hidráulica del departamento y se están juntando para ver soluciones a este inconveniente que les frena todo el ímpetu de producir y mejorar la rentabilidad de su situación actual.

Ramón Díaz, presidente de la entidad, agregó que para colmo los precios de la cebolla temprana amagaron ser buenos y se quedaron, "con 10 pesos por bolsa sólo se puede sobrevivir". Ellos piensan que 15 pesos hubiera sido un valor razonable para esta temporada.