El director de Cultura del municipio de Jáchal, Marcelo Ferreyra (54), presentó ayer su renuncia en medio de un escándalo: una empleada de esa área lo acusó de querer besarla a la fuerza a principios de este mes en un recinto del municipio jachallero, informaron fuentes policiales.
El caso provocó tal revuelo que el funcionario le presentó su renuncia al intendente, Jorge Barifusa, quien ayer dijo: ‘no quiero de ningún funcionario o autoridad este tipo de comportamientos. Creo que nadie lo quiere. En caso de que se demuestre que es inocente, no regresaría al cargo porque en estos días vamos a buscar un reemplazo’, dijo el intendente.
‘Todo de lo que se me acusa es falso. Acá hay mucha mala leche, pero tengo el apoyo de mi familia. Con mis abogados voy a ir hasta las últimas consecuencias para limpiar mi nombre y mi honor, aunque el daño ya está hecho’, dijo Ferreyra vía telefónica a este diario.
Fuentes policiales indicaron que la denunciante, de apellido Vergara (36), tiene un Plan de Empleo Comunitario (PEC) en el área de Cultura de la municipalidad de Jáchal y tenía buen trato con Ferreyra. Pero todo eso cambió en los primeros días de este mes.
Según la Policía, Vergara denunció que ella se encontraba en un recinto cuando el director de Cultura ingresó y cerró la puerta. Luego se le acercó por detrás, la tomó de los hombros, la hizo girar e intentó besarla, pero la mujer le puso las manos en el pecho para sacárselo de encima y se fue. Después, nerviosa y llorando, le contó lo sucedido a la directora teatral Rosita Yunes y luego fue a la Seccional 21ra, dijeron.
Allí, le llenaron un formulario de protección (usado en casos de violencia de género), pero no conforme con eso la mujer viajó a Capital y radicó la denuncia en Seguridad Personal. Según la Policía, de allí la causa fue derivada a Leyes Especiales como una contravención y de ahi volvió a la Jáchal porque allí ocurrieron los supuestos hechos. En la Policía aseguran que no se trata de un delito sino una contravención contemplada en artículo 117 del Código de Faltas. Allí se establece que, quien ‘en lugar público, abierto o expuesto al público, ejecute actos contrarios a la decencia, con gestos, acciones o palabras torpes’ será sancionado con multa de hasta $10.000 y/o arresto de hasta 30 días’.
