Sin ejercer una pizca de violencia y casi sin dejar rastros, robaron nada más y nada menos que 124.000 pesos de la sucursal de la firma Energía San Juan en Jáchal. El dinero desapareció misteriosamente de una caja fuerte, eso instala la hipótesis de que podría ser una maniobra perpetrada por algún empleado. La sospecha se agiganta porque además, según fuentes del caso, al menos 6 de ellos tenían la clave de la alarma para ingresar al edificio situado en el centro de la ciudad norteña.
La denuncia fue realizada este martes a la tarde en la Seccional 21ra por el titular de esa delegación, José Luis Bellini, y otro encargado identificado como Gabriel Alcaraz, según trascendió en Policía. Hasta anoche no había detenidos, pero los policías de esa comisaría y la brigada de la Regional Oeste supuestamente apuntaban la investigación en dirección al propio personal de la sucursal ubicada en las calles Sarmiento y Rivadavia.
Fuentes del caso revelaron que el hecho fue descubierto antes de ayer, pero se presume que en realidad el robo se produjo entre la tarde del 20 y la madrugada del 21 de este mes. Es que en el llamado ‘20N’ hubo paro bancario y entonces fue imposible hacer el depósito bancario de la recaudación, explicaron. Tenían el dinero de varios días. Fue así que ese martes, Bellini junto a Alcaraz guardaron unos 124.000 pesos bajo llave en una caja fuerte, indicó una fuente policial. Al otro día, cuando fueron a sacar la plata, extrañamente, no pudieron abrir la caja de acero. La llave se trababa, señalaron. Como se trata de una estructura blindada y con una cerradura especial, tuvieron que buscar un cerrajero especializado. Eso demoró días y recién consiguieron abrirla este martes, ocasión en que quedaron desconcertados al ver que la plata no estaba: alguien había sustraído los 124.000 pesos y unos cheques, según los trascendidos policiales. El hecho había pasado desapercibido no sólo porque nadie notó que la caja fuerte estuviera forzada, sino porque tampoco sonó la alarma en esos días. Es decir que podría ser alguien que tenía acceso al local y, seguramente, sabía la clave para desactivar la alarma, explicaron en la Policía. Toda la sospecha entonces recae ahora sobre el personal.
