Su último paso por la provincia fue hace un año en la Fiesta de la Tradición jachallera, donde sedujo a unas 6 mil almas. Y este domingo los sanjuaninos volverán a escuchar en vivo y en directo a Jairo, figura central de la velada de cierre de la Fiesta de Santa Bárbara en Pocito; a la que llegará con novedades. Es que además de interpretar clásicos de su repertorio, el cordobés entonará canciones de su reciente material, "Los enamorados", que en una semana saldrá al mercado.
De estas 13 historias diferentes que componen el CD, de su amistad con Sandro y los recuerdos de Mercedes Sosa -entre otras cosas-, Jairo habló con DIARIO DE CUYO.
-¿"Los enamorados" refleja el universo personal de Jairo?
-Hay algunas canciones que sí. Incluso, creo que Daniel Salzano (NdR: escritor cordobés con quien compone sus letras hace más de 20 años) se puso un poco en mi lugar para escribir algunas canciones. Sobre todo un blues que se llama Marido y mujer, que habla de mi situación con mi señora, de esas separaciones que tenemos cuando tengo que viajar por mi profesión. Otro tema, Lucía se va, habla de mi hija, de cuando los hijos se van a estudiar a otro lado y abandonan sus familias.
-Además es un disco que trae nuevos condimentos, como el relato de Osvaldo Príncipi en "Los boxeadores del barrio chino"…
-Sí, invitamos a artistas que están alejados de la parte musical. En el caso de Osvaldo, era cantado que tenía que ser él porque la canción habla del boxeo y él es la insignia nacional del relato de box. En "Cara cortada", que cuenta la historia de un chico marginal que lo interrogan en la comisaría, el interrogador es el actor Juan Leyrado y el interrogado su hijo Luciano. Y también colaboraron músicos como Ciro Fogliatta, ex Los Gatos.
-¿Por qué decidió incorporar estos recursos?
-Porque cada uno es especialista en lo suyo. Igualmente siempre invitamos artistas, como en otro disco, que estuvo Sandro.
-Hablando del Gitano, ¿cómo ve el momento que atraviesa su colega?
-Sandro es un gran amigo desde nuestra adolescencia. Lo conocí en un programa que se llamaba Escala Musical en Buenos Aires. A partir de ahí, hicimos presentaciones conjuntas en la tele y en los bailes. Desde entonces nunca perdimos contacto y ahora estoy muy pendiente de él.
-¿Tuvo contacto con sus allegados?
-Sí, con su mujer y con su agente de prensa. Ahora voy a dar un recital en Mendoza y seguramente lo voy a ir a ver al hospital.
-¿Antes de la operación pudo hablar con él?
-Un mes antes. Lo noté muy bajoneado porque estaba muy preocupado por su deterioro físico. Pero es un hombre con una personalidad extraordinaria, con una gran generosidad y muy alegre; cualidades que se relacionan con las ganas de vivir. Además es de esas personas que son buenos hasta cuando están enfermos, que no tienen miedo al dolor y que no le escapan al compromiso en un momento crítico. Merece salir adelante como seguro lo va a hacer.
-Obstáculo que Mercedes Sosa no pudo sortear ¿Qué significó La Negra en su carrera?
-Mercedes es uno de los hitos de la música popular argentina. Su desaparición dejó un espacio vacío imposible de llenar, porque no hay otra como ella. Es una especie de Gardel con falda. No fui su amigo, pero sí la conocí bastante, sobre todo cuando vivimos en Europa.
-¿Qué recuerdo guarda de ella?
-Varios. Nos hemos visitado muchas veces. También tengo varias anécdotas, pero la que más recuerdo y que aún me conmueve es su visita cuando estuve muy grave en terapia intensiva. Ella fue una de las pocas personas a la que le permitieron pasar. Antes de despedirse, puso su cabeza junto a la mía y me cantó al oído "Duerme negrito…" en ese momento en el que estaba como entre sueños y sin poderme mover. Al tiempo, le conté a mis hijos que en ese instante pensé que me había ido al otro barrio y que el que me cantaba era un ángel.
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El dato
Jairo estará el domingo, alrededor de la 1, en el Polideportivo Municipal de Pocito, en la Fiesta de Santa Bárbara que comienza esta noche a las 23. Hoy actuarán, entre otros, Dúo Díaz-Heredia, La Costa, Javier Parrales, Chango Juárez, Nano Rodríguez, Susana Castro, Chango Huaqueño y La Yunta.