Una pirámide de casi 200 años y de la que escribió en su diario El Zonda, Domingo Faustino Sarmiento. El busto que recuerda a una de las maestras más importantes de la provincia, Julieta Sarmiento. La piedra basal que pusieron cuando se anunció la construcción del edificio. Un mástil que recuerda a los caídos sanjuaninos en Malvinas. Todos estos íconos históricos se levantaron donde hoy están los jardines del Centro Cívico, un lugar cargado de memoria.

La réplica de la Pirámide de Mayo está ubicada en la intersección de Rivadavia y avenida España. Durante años estuvo abandonada, rayada con grafitis y hasta le robaron la placa. Con la terminación del Centro Cívico este monumento se puso nuevamente en valor. La mandó a construir el Teniente Gobernador Intendente de Cuyo, José Ignacio de la Roza, en 1817. La intención que tuvo es hacer una evocación a la independencia del país que se había logrado un año antes. La pirámide original fue derrumbada por el terremoto del ’44. En 1988, Carlos Gómez Centurión mandó a construirla de nuevo. Y aunque se quiso hacer allí un paseo, fue hace dos años, cuando la empresa constructora diseñó ese sector del jardín del Centro Cívico, en función a esta pirámide y la puso en valor. Sarmiento no sólo habló en su diario sobre este monumento. También lo mencionó en su obra Recuerdos de Provincia.

Lo que no corrió la misma suerte es el sitio donde se colocó la piedra basal del Centro Cívico, el 7 de abril de 1973. La colocación de la piedra se dio en un acto con bombos y platillos, siendo gobernador Gómez Centurión. Fue monseñor Fernández Hermida, el encargado de bendecir la piedra que se enterró en la esquina de España e Ignacio de la Roza. La placa que se puso arriba desapareció hace años y ahora el lugar está cubierto de pasto.

El sector que está sobre avenida Libertador también tiene su importancia histórica. En 1999, por iniciativa del entonces intendente de la Capital, Daniel Coll, se construyó la plazoleta Julieta Sarmiento (quien no tenía relación con Domingo F. Sarmiento). Allí habían juegos, una fuente y un monolito de la mujer. Fue para homenajearla ya que Julieta fue un ícono de la docencia sanjuanina. Al iniciar las obras para terminar el Centro Cívico, todo esto desapareció. Sacaron el monolito y lo enviaron a restaurar al Obrador Central porque estaba muy deteriorado. El lugar no volvió a ser bautizado y se transformó en el ingreso principal del edificio.

Durante años, este sitio había sido el destino de familias y niños para pasar los fines de semana cuando el Centro Cívico era una estructura de cemento. En varias oportunidades también fue saqueado, rompieron los juegos, el busto de Julieta y la fuente de agua.

Otro de los monumentos que hay en el jardín es el que recuerda la Guerra de Las Malvinas. Está ubicado en la esquina de Las Heras y Libertador, frente a la Legislatura Provincial. Allí hay un pequeño mástil. Al pie había una placa de bronce con el nombre de los caídos sanjuaninos en Malvinas. La placa la robaron a poco de ser colocada. Ahora lo que queda en pie es el mástil, que volvieron a restaurar con las refacciones del Centro Cívico. Todas las mañanas, el personal de guardia del edificio, iza la bandera argentina.