Cuando Dante Elizondo, ministro de Turismo de la provincia, lo convocó en el año 2007 para ayudar en la logística, nunca imaginó que al año siguiente ya sería el intendente del Autódromo, Eduardo Copello, y que en sus manos estaría el control de todo el proceso para lograr que la gran noche final de la Fiesta Nacional de Sol salga a la perfección. Jorge Pes tiene 60 años, y es un apasionado de este encuentro popular, a tal punto que hace cualquier cosa para que todo marche sobre rieles.

Si esta última apreciación parece exagerada, no hay más que contar una anécdota que devela que es una gran verdad. La primera pista es que nunca vio la fiesta en vivo y en directo. Hasta aquí sigue pareciendo una exageración, así es que habrá que ahondar en detalles: Todo comenzó en la noche final de la Fiesta del 2008, segunda edición desde que fue reflotada por el actual gobierno-. La lluvia amenazaba con insistencia. Caían las primeras gotas, de repente cesaban, pero no dejaba de intimidar. La noche no pintaba nada buena, el viento (innombrable por cábala que se respetará en esta nota), también se hacía sentir en cada ráfaga. En este contexto no faltó alguien del área de Higiene y Seguridad que le dijera "Jorge cuando entras a la casilla deja de llover y para el viento, quedate ahí". El tomó muy en serio esta especie de chanza y se quedó rodeado de handies y teléfonos dentro del reparo. Desde ahí dirigió todo hasta que terminó la fiesta con éxito total y sin inclemencias del tiempo.

Al año siguiente -como esta anécdota había llegado a oídos del ministro Elizondo-, reforzó la cábala al decirle "espero que no salgas de la casilla", y así fue. "Creo que él me lo dijo en broma, pero yo me sentía y me sigo sintiendo seguro cumpliendo este ritual. Después la veo en los videos, los tengo a todos", explica.

Jorge trabajó antes en otras áreas del gobierno provincial, pero cuando se tomó la decisión de realizar la fiesta final en el autódromo, convocaron a autoridades de este predio. En su representación fue Pes, quien participa desde hace 25 años en la Asociación Sanjuanina de Volantes, lo que le valió la experiencia en tareas de organización del TC 2000, y del Turismo Carretera. Sin dudas que todo ese bagaje, más su compromiso con la propuesta, le valió para alcanzar el título de "Intendente del autódromo".

"Aprendí mucho de esas grandes organizaciones, como se movían, que había que priorizar y luego lo volqué en la Fiesta del Sol. Claro que cada cosa que se hace es gracias al gobierno que avanza cada año. La primera vez era todo tierra, luego Vialidad Provincial hizo trabajo en los cerros, ahora se ha pavimentado toda la zona del escenario. Se han hecho muchos avances. Se trabaja mucho para que año a año crezca en todo sentido. Además se deben hacer los cambios que cada escenario demanda, sin ir más lejos el del año pasado era de tierra y esta vez será sobre una capa asfáltica", explica.

Su titánica función comienza a mediados de diciembre de domingo a domingo desde las 7 u 8 de la mañana hasta las 22 aproximadamente, salvo en estas últimas semanas que no tiene horario de salida. "Podemos terminar, dos, tres o cinco de la mañana porque llega la gente de sonido", cuenta.

Por su mano pasa todo, desde los ingresos de los artistas, la coordinación del armado de carpas, hasta donde se ubican los baños químicos. Nada debe quedar librado al azar. "Es un equipo muy grande de gente la que trabaja, y la clave es tener la camiseta puesta porque el esfuerzo es enorme y se debe hacer con responsabilidad y mucho cariño", asegura Jorge, que gracias a los videos pudo ver la Fiesta del Sol, y considerar que una de las más lindas fue la del Bicentenario.

"Todo es controlado por el ministro Elizondo en persona, cada detalle. El tiene todo en la cabeza, sabe lo que quiere porque cada fiesta es un desafío, debe superar a la anterior porque es lo que la gente espera", indica.

Actualmente hay cerca de 100 personas armando las gradas y lo que será el escenario, pero ascienden a unas 400 o 500 personas cuando llegan los artistas a ensayar con el equipo de directores que tiene a cargo el espectáculo artístico.

"Para mi la Fiesta del Sol es un orgullo, nunca pensé que iba a tener tanta responsabilidad, y me gusta hacerlo", agrega.

Su primer trabajo en el gobierno fue en la Dirección de Arquitectura, luego en la Obra Social Provincia y ahora en Turismo. Pasó a esta área gubernamental en 2007 cuando comenzó a trabajar en el Fiesta del Sol, pero en realidad se encarga de la logística de cada evento que tiene Turismo. El Dakar, la fiesta en el Cerro Alcázar, además de eventos deportivos vinculados directamente con esta repartición.

"Acá trabaja gente de Higiene y Seguridad, hay un jefe técnico, y uno en cada área para que todo salga bien", comenta destacando siempre a todos los que trabajan en la parte técnica y a quienes colaboran en su área.

El trabajo no es nada sencillo ya que debe empezar con anticipación para quitar alambrado, cubiertas, remover tierra, dejar la parte de los cerros en condiciones para los espectadores, entre otros aspectos que no terminan la noche final de la Fiesta. Es que luego, el gobierno tiene el compromiso de dejar el Autódromo tal como fue entregado. Las cosas deben volver a su sitio original y esperar algunos meses para volver a empezar.

Este año no será la excepción, Jorge tiene lista la casilla con sus handies, teléfonos y todo lo necesario para custodiar la fiesta desde "adentro", sin ver el espectáculo. Unos días después verá el video. Todo sea para hacer tanta fuerza como sea necesaria para que la lluvia ni el "innombrable" asistan a la fiesta de los sanjuaninos.