Sobre el ripio, nítida, la marca de las ruedas de la moto describían un surco en línea recta, que pasaban de largo en la curva y se cortaban bruscamente en un montículo de ripio levantado como un cordón para delimitar el predio de un viejo basural en el cruce de Salta y Costanera, en Chimbas. Lo que seguía unos 20 metros después, impresionaba: la moto con su frente destruido y, más adelante, el cadáver ensangrentado de una joven, cubierto con una tela al lado de un viejo Ford Valiant.

En la Policía identificaron a esa mujer como Jaquelín Ester Flores, de 25 años. Suponían que iba sin casco como acompañante en una moto Yamaha 125cc que, sobre las 6 de ayer, conducía hacia el Norte por calle Salta Joaquín José Meritello (22), ayer internado con fracturas en su fémur y húmero izquierdos, pero fuera de peligro, dijeron.

“Ella conocía desde hace tres meses a ese chico. Suponemos que habían salido de bailar y que iban a buscar a unos amigos”, dijo ayer una hermana de la víctima en el Lote Hogar 54 de Chimbas, donde Jaquelín (desocupada) vivía con sus padres y sus tres hijos, una nena de 7 años, un varón de 4 y un nene de 1 año y 8 meses.

“Yo me levanté por el golpe, igual que mis familiares. Cuando salimos vimos el tierrerío y al muchacho que llamaba y preguntaba por la chica. Él estaba consciente pero ella respiraba muy mal, la ambulancia tardó un montón en llegar y cuando llegó ya no hubo caso. No sé qué habrá pasado con estos jóvenes, pero son comunes los choques acá, espero que ahora que murió alguien pongan más luz y carteles para advertir del peligro, porque sino esto va a seguir”, dijo Víctor Rivero, un joven que, con otros familiares, vive en el predio donde ocurrió la tragedia.