Con el precio del oro por las nubes -el viernes cerró a 1.192,6 la onza- las ventas en las joyerías locales están por el suelo. "La gente se olvidó del oro. Lo único que sale algo son los aritos para el bebé, la madrina para los 15 y las alianzas. Pero hasta esto último cambió, ahora buscan los anillos de oro y plata que son más baratos", se quejó Rogelio Fernández, de la tradicional relojería Tic Tac.
Es que las continuas subas en el precio internacional del metal hizo que los artículos de joyería se encarecieran entre un 30 y un 50% en el último año; y según explicaron, un 70% del precio es oro y el resto, mano de obra, impuestos y ganancias. Y esto redujo las ventas en el comercio local, según aseguraron 9 joyeros consultadas.
Indagando en el mundo joyero se comprobó cómo se han ido modificando los hábitos: En el último año prácticamente desapareció el regalo del anillo con piedras o la pulsera por parte del marido en el aniversario del matrimonio. Y las alianzas ahora se buscan más delgadas, con menos gramos; o directamente están siendo desplazadas por la combinación de plata y oro.
"En mi caso, las ventas de oro se cayeron más del 50% en lo que va del año", aseguró Fernández. "La venta cayó muchísimo, ahora las parejas optan por las alianzas de oro y plata", agregó Betti desde el local de Thifany. Y sacó las cuentas: Un par de alianzas de plata y oro cuestan desde 220 pesos contra los 320 pesos que parten las que son de oro.
En Bulgary dijeron que el oro sólo se vende "por compromiso, para bautismos o comuniones" y respecto a las alianzas contaron que salen "las livianas, de un gramo cada una que están sobre 350 pesos, claro que no duran mucho porque son muy finitas".
Ana Allende explicó que, dentro de todo, las alianzas son lo más barato porque no pagan impuesto suntuario, sólo IVA y su producción es más sencilla. Cuestan desde 450 pesos y se pueden pagar en cuotas. "Pero lógico, si antes podían comprar de 10 gramos, ahora compran de 3 o 4", dijo.
Como la suba del oro es permanente, en Bofinger dicen que antes de vender una pieza averiguan el precio al proveedor: "El miedo mío es que llegue un momento que sea imposible vender", dijo la propietaria Ester Sánchez. Ester jura que en 40 años de su negocio no recuerda otros años en que el metal haya subido tanto. Contó que en otras épocas doradas el oro se vendía como pan caliente: "En los años de Menem la onza estaba a 280 dólares, y con el 1 a 1 era un verdadero regalo", rememoró. Y dio un dato para ejemplificar el salto de precios actual: "En noviembre de 2008 una pieza de 10 gramos la vendíamos a 680 pesos y ahora esa misma pieza está a 900 pesos", contó.
En ese porcentaje de aumento del 30% coincide Eduardo Grossi, quien además dijo que en su negocio las ventas se han reducido a dos acontecimientos: casamientos y bautismos; "y rara vez alguna cosita para los 15". De todos modos este comerciante opinó que además del alto precio la venta del oro cayó por la inseguridad: "Creo que la gente tiene miedo a usarlo", sostuvo.
