Al margen de los jubilados del sector público, el sistema jubilatorio normal es generoso: los beneficios están ligados a un salario mínimo nacional que se ha duplicado en una década. Las mujeres pueden jubilarse a los 60 años tras contribuir durante 15 años. Los beneficios completos de “sobreviviente” significan que los cónyuges heredan una pensión sin importar la duración del matrimonio. Eso parece haber alentado una creciente tendencia que los medios brasileños apodaron “Las bodas de Viagra” -hombres envejecidos que se vuelven a casar con mujeres mucho más jóvenes-. Esto también funciona en sentido inverso: una jubilada de 73 años recientemente se casó con un hombre 20 años menor que ella que puede llegar a heredar sus beneficios.
