Lanús consolidó sus aspiraciones de campeón, tras ganarle a Godoy Cruz de Mendoza por 1-0, de visitante, en un homenaje al buen fútbol, celebrado por la undécima fecha del torneo Clausura. El único gol -paradoja inexplicable de un partido virtuoso- lo señaló Eduardo Salvio. La jugada fue de pizarrón tras un pase de arco a arco de Bossio, que recibió Blanco, quien asistió a Salvio.
Lanús sumó 24 puntos y quedó detrás de Vélez que ganó.
Godoy Cruz y Lanús enseñaron cómo jugar bien aún con la presión de pelear cuestiones importantes: permanencia uno y título el otro.
El local tuvo un mejor arranque por la inteligencia de su trío ofensivo (Víctor Figueroa, Leandro Caruso e Iván Borghello).
En ese lapso, Caruso lamentó el primero de los tres tiros en el palo de su equipo y el inmenso "Chiquito" Bossio tapó dos ocasiones Borghello y Formica.
Sobre el final del primer tiempo Lanús sacó ventaja con una jugada de pizarrón. Bossio apuró un saque de arco, colocó al pie de Blanco un pelotazo de 60 metros, Salvio recibió una perfecta habilitación y definió ante Nelson Ibáñez.
El segundo tiempo se jugó casi exclusivamente en las dos áreas. Sand estuvo al borde del festejo en tres ocasiones: uno se la anularon, otra la evitó Gabriel Valles en la línea y la restante la devolvió el palo.
Para Bossio un párrafo aparte. Impenetrable como sus palos. El arquero atajó todo y la última del partido lo consagró. Caruso recibió una pelota en la puerta del área chica, la conectó de volea y el cordobés la desvió con un manotazo espectacular. El final, con vencedores y vencidos, dejó la íntima convicción que en Mendoza hubo un ganador inobjetable: el fútbol.
