Los objetivos finales de cualquier juego suelen ser bastante ambiciosos, pero normalmente también ficticios, como ser: salvar el mundo, acabar con cientos de enemigos, conquistar a la chica marciana.
Pero este The Political Machine ofrece conseguir algo que, si bien no es imposible, es tan ambicioso o más que cualquiera de esos,: llegar a ser el presidente de los Estados Unidos.
Y es que The Political Machine ofrece un estupendo simulador, de lo más realista a pesar de su simpático estilo gráfico, al estilo cartoon.
Pero no deja de ser un juego, y como tal muy divertido, con multitud de opciones que contentarán tanto a los amantes de la estrategia como a los seguidores de los juegos de simulación.
Pero el motor de juego y las realistas simulaciones políticas de The Political Machine son, a la vez, lo bastante potentes y reales como para satisfacer a cualquier aficionado a la política, llegando incluso a ser usado para realizar predicciones durante las campañas electorales reales.
