Recta final del Clausura con los grandes en grandes problemas y con la mesa puesta para los que apuestan al fútbol lindo. Esa podría ser la síntesis sencilla para el escenario que propone el fútbol de Primera División de cara a los cinco capítulos finales. Con River en una crisis que no tiene final, con Racing despertándose de su sueño y volviendo a la pesadilla con un invitado extra como Independiente que está al rojo vivo, más Boca metido en su pelea por la Copa, el Clausura coquetea con cuatro equipos de los "chicos" que proponen jugar bien por encima de los resultados.
Lanús, con una generación que hizo ya historia y que quiere más, sacó una luz de ventaja en la fecha que pasó. Con 28 puntos escaló a la cima pero en su camino tiene tres salidas por delante y dos partidos como local, destacando que tendrá que recibir a San Lorenzo y a Vélez en su casa. Mientras que sus visitas serán a Bánfield, Arsenal y Tucumán.
Un punto abajo, Vélez viene de perder el invicto pero asoma para la pelea con una ventaja extra: en las dos últimas fechas se cruzará con Lanús en el Sur y con Huracán en Liniers. Ese plus lo hace dueño de su destino y no es poca cosa.
A dos puntos del Granate, la aparición del Huracán de Cappa no desentona. Jugado a jugar, el Globo tiene por delante tres salidas complicadas: Central, San Lorenzo y Vélez.
Por último, en la cartelera de aspirantes, se anota Colón de Santa Fe que de local hace su diferencia y tiene tres choques importantes por lo que se juegan sus rivales en Santa Fe: Racing, Gimnasia de La Plata y Boca.
La fecha 14 sirvió para decantar los que tienen aspiraciones, asociadas a una vocación por jugar el fútbol que le gusta a la gente. No es casualidad y bienvenido sea. Resta esperar que en los cinco capítulos que restan, la propuesta de jugar a jugar siga ganando. Lanús, Vélez y Huracán están a la cabeza y los tres se cruzarán de aquí al final. Una ráfaga de aire fresco para el fútbol argentino que estaba necesitando de una liga así aunque esto, a los grandes les duela en el alma.
