Por primera vez en los tres campeonatos realizados en Mar del Plata, desde 2004, las delegaciones sanjuaninas no se alojaron en un hotel céntrico, en el reparto de los lugares que le tocó a cada comitiva les tocó el hotel 8 del complejo turístico de Chapadmalal.
Los sanjuaninos comparten el segundo piso con los ciclistas puntanos. En el mismo monoblock se encuentran alojados catamarqueños y santafecinos.
"Al truco no hay quien nos gane a mí y al Bam Bam (Emiliano Fernández)", desafió antes de la cena del viernes Nicolás Naranjo.
Los jóvenes se tomaron revancha de la paliza que -según- contó Rodolfo Virhuez, presidente de la delegación, les dieron a todos junto a Alberto Romero, padre de Cristian.
"Nos atienden muy bien, la comida es buena y variada", explicó Armando "Planeta" Ramírez, integrante del cuerpo técnico.
En el hotel que les tocó a los sanjuaninos las habitaciones están equipadas con dos camas tipo cucheta. En cada una de ellas se alojan cuatro personas. No todas tienen baño, algunas los comparten.
El jueves, cuando llegaron cenaron ensalada mixta y carne asada. El viernes almorzaron fideos y lentejas. Antenoche, el menú fue pescado con puré y fideos al pesto. Invariablemente el postre es flan.
"Estamos lejos, tenemos que hacer un par de viajes con el colectivo, pero estamos bien", agregó el "Planeta" Ramirez.
El hecho de que estén a más de 30 kilómetros del velódromo motiva el hecho de que no se vean tantos ciclistas dando vueltas sobre sus máquinas de ruta. Habitualmente cuando no les toca correr, todos pasean haciendo sociales con colegas de otras provincias.
Las chicas también están alojadas en la misma unidad y comparten con los varones la cena y a veces el chinchón, pero su divertimento preferido es el tejo, donde Vanesa Solera y Alejandra Seguín no se sacan ventaja.
"En el chinchón Yesi y Bam Bam, son invencibles", contó Solera.
Antenoche y anoche, cuando el viento marino era implacable la mayoría de los chicos y chicas que no corren, cubiertos con frazadas, estoicamente soportan el frío alentando a sus compañeros, esos con los que comparten los sueños de campeonato.
