La última vez que ingresó personal por concurso al Poder Judicial fue en el 2005, con el polémico examen que terminó con el exsecretario Administrativo de la Corte Luis Recio, sospechado de haber favorecido a una postulante. Ahora, 10 años después, está todo listo para que entre lunes y martes de la próxima semana accedan a trabajar entre 105 y 108 postulantes que rindieron una prueba en 3 etapas y que al final incluyó un análisis psicológico, según adelantaron fuentes calificadas.
Los nuevos trabajadores se desempeñarán en un amplio abanico de dependencias, como por ejemplo Contaduría, el Área Social y en los distintos juzgados Penales, Civiles, Laborales y de Paz.
Inicialmente se inscribieron 9.900 personas con intenciones de desempeñarse en este poder del Estado, pero apenas poco más del 1 por ciento ingresará efectivamente a trabajar. Del resto, muchos fueron eliminados en las distintas instancias de los exámenes y otros pasarán a ingresar un banco de datos hasta 2017 para que, si hay nuevas vacantes disponibles, sean tenidos en cuenta para cubrirlas.
La forma de designar a su personal en la Justicia ha sido motivo de críticas en repetidas oportunidades porque en los últimos tiempos los nombramientos han sido a dedo o se optaba por nombrar personal de maestranza, pero al poco tiempo los designados terminaban cumpliendo tareas en los juzgados. Y la última vez que se llamó a concurso, quedó la fuerte sospecha de que había personas favorecidas (ver aparte).
Para esta nueva chance de ingresar a la Justicia los postulantes fueron evaluados en 3 etapas. Consistieron en un primer examen de velocidad dactilográfica, la segunda prueba fue de corrección ortográfica de un texto y la tercera estuvo basada en conocimientos en derecho. Fue sobre temas tales como los códigos procesales de San Juan, Ley Orgánica de Tribunales y las Constituciones Nacional y Provincial.
Pero cada etapa fue eliminatoria y muchos aspirantes fueron quedando en el camino. Por ejemplo, después de la depuración de los inscritos y de que muchos desistieran finalmente de rendir, quedaron 4.500 aspirantes que fueron evaluados en un centro de cómputos ubicado en Rawson. La primera prueba fue de dactilografía, que exigía escribir 120 palabras en 4 minutos y sólo 1.200 cumplieron el objetivo de avanzar. Más que lentitud a la hora de tipear, la mayoría de los 3.300 reprobados cometió muchos errores ortográficos, le descontaron los términos mal escritos y fue eliminada del concurso automáticamente.
Aunque inicialmente los exámenes debían comenzar en mayo, el arranque se demoró hasta agosto porque estuvieron elaborando un cuestionario con 1.000 preguntas y tuvieron algunos inconvenientes a la hora de cargar en el sistema informático, que fue una copia del usado en los concursos implementados en el Poder Judicial de Santa Fe.
La otra cuestión que estuvo frenando el inicio de las evaluaciones fue, al comienzo, la depuración de la lista de inscriptos, en la que incluso llegaron a aparecer personajes como el Pato Donald, con domicilio en Disney. Para evitar esos inconvenientes, cada postulante debió validar su identidad concurriendo con su documento de identidad.
La última etapa del concurso fue un test psicológico a partir de los perfiles de empleados que requería el Poder Judicial. Una vez tomadas esas evaluaciones, quedó un listado de poco más de 100 postulantes, que serán quienes finalmente ingresen a trabajar a la Justicia sanjuanina.
El personal nuevo irá a reforzar, entre otras áreas, a los juzgados Civiles y Penales, que están atestados de causas y que por eso, abogados y justiciables protestan por la demora en la resolución de sus causas.
