El presidente de Afganistán, Hamid Karzai, sucumbió ayer a las presiones internacionales y aceptó una segunda ronda electoral, el próximo 7 de noviembre, ante las denuncias de fraude en la primera vuelta de las presidenciales de hace dos meses. El mismo Karzai anunció la invalidación de los votos fraudulentos de la primera ronda obligaba a una segunda.