Buenos Aires, 27 de agosto.- El ministro de Economía, Axel Kicillof, reclamó al Congreso la sanción de la ley de pago soberano de deuda y advirtió que es necesario contar con esa norma antes del 30 de septiembre porque el Bank of New York Mellon (BoNY) incumplió el contrato de agente fiduciario y la Argentina ya no tiene domicilio donde depositar el nuevo desembolso a los holdins.
"Se nos acerca septiembre y hemos venido al Congreso para explicar una solución", alertó el funcionario tras reiterar que el país no está en default, y que "esto no es un callejón sin salida". El titular del Palacio de Hacienda recordó que es "una atribución" del Poder Legislativo resolver el tema de la deuda externa. "Ante lo que ocurrió en los juzgados de Nueva York, prácticamente todos los Estados, incluyendo raramente a Estados Unidos, a través de su Departamento de Estado, sostiene que lo que está haciendo Griesa es una aberración con consecuencias para la Argentina y el sistema financiero internacional", precisó.
"Si ante esta situación el Congreso no hace nada lo que está haciendo es ratificar la sentencia del juez Griesa. Es una historia de usureros contra países soberanos y así lo entienden todos los foros internacionales. Ante la disyuntiva de aceptar pasivamente que el juez se intrometa en otras jurisdicciones, con fondos de terceros para impedir y generar una presión sobre el Gobierno para que se le pague una ganancia de 1.600% a señores como Singer, a fondos buitres como Aurelius, sino hacemos nada estamos ratificando la sentencia de Griesa", señaló, y se preguntó: "¿Le vamos a hacer caso al juez Griesa? ¿Vamos a ser una escribanía de su sentencia diciendo ‘bueno, no hagamos nada, que siga el contrato, páguese en el BoNY’?".
Seguido, exhortó a los legisladores a "dar una instrucción al Poder Ejecutivo de cómo hacer para que esa sentencia, imposible de aplicar en ese banco que le hace caso, no impida seguir haciendo lo sistemáticamente se viene haciendo: respetar los contratos, la reestructuración, a los bonistas y seguir pagando".
Kicillof ratificó que "se está buscando una solución" y confirmó que se depositarán los fondos del próximos vencimiento en "una entidad que haga lo que tiene que hacer: repartirlo entre los bonistas". En esa línea, planteó a los senadores que "aporte una entidad que haga lo mismo" y destacó que el Gobierno ya "encontró a una y se llama Nación Fideicomisos, del Banco de la Nación Argentina". Sin embargo, aclaró que como "decidirá" el Parlamento, se pueden proponer a "otra u otras" para facultar al Ministerio de Economía "también puede ser".
"Lo único que queremos lograr es tener certeza de que el depósito se hace y que ese depósito va a intentar llegar por todos los medios a sus dueños, que son los bonistas. Vamos a depositar u$s 200 millones y queremos tener un agente fiduciario que se ocupe de cumplir un contrato", subrayó ante decenas de senadores, asesores y empleados legislativos que coparon el Salón Azul.
"Soberanamente no nos pueden impedir pagar. Queremos pagar y lo vamos a hacer, no lo podemos hacer en el banco de Nueva York, lo vamos a hacer acá", reiteró.
La declaración de Kircillof llega en momentos en que el bloques del PRO, Frente Renovador, FAP, UCR, la izquierda y los peronistas anti K ya anticiparon su rechazo por abastención o voto a la iniciativa.
El ministro explicó que ante la revocación del Banco Central de la representación en el país del BoNY, la entidad neoyorquina hoy ya incumple el contrato. Esa falta implica que debe entregar los u$s 539 millones girados por la Argentina a los holdins o a otro banco, pero que por ese mismo contrato caído el Gobierno nacional no puede pedir recuperarlos. "La obligación de la Argentina es depositar los fondos y luego la plata es de los bonistas, y así lo reconoció el juez Griesa", aseveró.
En esa línea, el titular del Palacio de Hacienda recordó que poco después del giro al BoNY, el fondo de Paul Singer exigió devolver los fondos al país, pero el BoNY aclaró que no podía devolverlos. "Griesa no resuelve nada con los u$s 539 millones y por eso se le armó una galleta de juicios", exclamó Kicillof ante la atenta mirada de los presentes, que ocuparon las cuatro filas de asientos dispuestos por el Senado.
El Senado comenzó a debatir este miércoles en un plenario de las comisiones de Presupusto y Hacienda y de Relaciones Exteriores y Culto el proyecto para reabrir el canje de deuda y cambiar la jurisdicción de los bonos. Además de Kicllof, expusieron el secretario de Legal y Técnica, Carlos Zannini, y la procuradora del Tesoro, Angelina Abbona.
Al inicio de su exposición, Kicillof repasó la historia económica de la deuda externa. "El crecimiento de la deuda se relaciona con la historia del refinanciamiento de esa deuda, contrayendo otro empréstito para pagar aquello que no se pagó, y aparecen nuevos vencimientos", explicó al referirse al plan financiero orquestado por la dictadura cívico militar. Según el funcionario, esa maniobra se llevó adelante "sin que entre ni un solo dólar a la Argentina, sin entrada de recursos genuinos".
"Cuando la deuda vence y no se paga no es gratuito. Cada una de esas refinanciaciones fueron muestras de humillación para la Argentina: porque la imposibilidad de pago obliga a contraer nuevas deudas, no solo en condiciones financieras peores, sino con condiciones a la política argentina, como los conocidos planes de ajuste" lanzados desde la década del 80 en adelante.
"Escuchaba estos días a (Domingo) Cavallo decirnos que había ‘reducido’ la deuda, porque se había achicado con los ingresos por las privatizaciones de las empresas argentinas. Pero no fue por la creatividad criolla, sino por la imposición de organismos internacional. Eso no se pagó con dólares frescos, sino con título de deuda impagables", expresó.
"El sobreendeudamiento era un instrumento concreto de dominación y condicionamiento de las políticas económicas del Gobierno", afirmó y destacó que la refinación que él mismo encabezó de la deuda con el Club de París fue la primera en la historia nacional sin "condicionamientos" del FMI.
"Tuvo que venir el default no más grande de la Argentina, sino de la historia del mundo, para terminar ese modelo, que estalló con la crisis de 2001. La crisis explotó cuando esos mismos organismos le dicen a la Argentina que no van a refinanciar más deuda", remarcó.
En ese marco, se refirió luego al conflicto con los fondos buitres y acusó a Singer de "extorsionador" y alertó a los opositores de las consecuencias de pagarle a los holdouts. "Quieren impedir a la Argentina pagar al 94% de los bonistas con un solo título u$s 48 millones en 2008, que los compró después de los canjes, y no le prestó ni un dólar a la Argentina, ni si quiera para ese esquema de refinanciamiento perpetuo", detalló el funcionario.
"Singer olió con olfato buitre y encontró un juez que le hizo el caldo gordo. Con u$s 48 millones compró bonos que dicen de valor nominal u$s 100, y que el juez Griesa le reconoce con intereses. Esos bonos eran vergonzosos, estaban atados al Riesgo País, que si se disparaba, subían. Ahora, Griesa le dice (que tiene para cobrar) u$s 832 millones, y (ese monto) sigue creciendo todos los días", alertó.
"Si Argentina paga, es un escándalo. Los que dicen que hay que pagar la sentencia, o son ignorantes, quieren volver al sistema de endeudamiento, o quieren llevarnos al 2001, o quieren pagar altas tasas de interés", advirtió Kicillof ante los pedido de dirigentes de la oposición que aseguran que el Gobierno debe cumplir el fallo.
Al referirse al fracaso de la gestión de empresarios privados con los buitres, aclaró que "la única negociación posible era pagar el 100% de lo que querían". "Singer tiene, más o menos, según dicen y reconocen, no los u$s 832 millones, sino tiene u$s 1.500 millones en esas condiciones", aseveró.
En esa línea, reiteró que la Casa Rosada resistirá hasta último momento el pago a los fondos especulativos por que "pasarle problemas a los próximos gobiernos es firmar cualquier cosas a Singer, NML Capital y a Griesa". Además, minimizó los efectos negativos que pronosticaron los holdouts y las usinas ideológicas opositoras sobre la economía. "Decían que venían las cinco plagas de los buitres: devaluación del peso, que le van a pegar al Gobierno, no los dejaremos pagar en otro lado, no accederán al sistema financiero internacional y vendrá otro que felizmente pague", señaló.
"La sentencia de Griesa la escribieron los buitres, y así fue que metió la pata. Trató de gobernar sobre ley argentina y chocó con la pari passu. Ahora liberó fondos por ley argentina por única vez y el banco le dice ‘¿cómo puede ser por única vez?’, pero además congeló los fondos para los bonistas, y tenemos la situación que nosotros pagamos y ellos no cobraron", aseveró.
"Vamos a seguir pagando, tenemos los fondos, somos solventes", exhortó sobre el final de su discurso.
