Qué paradoja. Un intendente radical, un peronista y un bloquista juntos. Detrás tres departamentos hermanados por su historia en el norte sanjuanino y con un mismo objetivo: reactivar ese viejo proyecto de unir Valle Fértil, Jáchal e Iglesia a través de la ruta nacional 150. Ellos lo llamaron "El Encuentro de los Pueblos", y el 17 de agosto de 1990 por primera vez una cabalgata por esas huellas reunió a iglesianos, jachalleros y vallistos para expresar la necesidad de la apertura del camino. De hecho, levantaron un monolito al que bautizaron La Rosa de los Vientos, como símbolo de ese sueño. Casi 20 años después, aquel anhelo hoy comienza hacerse realidad con la concreción de la ruta que cruzará todo el norte de San Juan, abrirá paso hacia el centro del país y acercará a la hermana República de Chile como parte del corredor Bioceánico Porto Alegre-Coquimbo. Esto significa nuevas posibilidades económicas y turísticas para la provincia, en especial para los departamentos norteños.

Los jinetes de la primera cabalgata fueron 150 hombres y mujeres. El camino tan esperado, la ruta nacional 150. Para más coincidencia, son 150 los kilómetros que actualmente se construyen para terminar ese ambicioso proyecto. Se espera que en el 2012 estará pavimentado todo el recorrido -que corresponde a la provincia-, esto es de Ischigualasto en Valle Fértil hasta Ojo de Agua en Iglesia.

Son seis los tramos de obra ya licitados. Dos están avanzados, con un 70 por ciento y otro con un 31 por ciento de la concreción. Otros tres empezarán ahora. El último tramo, Las Flores-límite con Chile, fue licitado el 5 de este mes y también se pone en marcha. El trayecto contará con 7 túneles y 9 puentes en un imponente paisaje de valles, montañas y acantilados. "Es una obra emblemática. Va a haber un antes y un después. Un camino no solo es pavimento, traerá un cambio social, cultural y económico", dice el ingeniero Rubén Lomas, jefe de Vialidad Nacional en San Juan, que dirige los trabajos.

Se espera que la ruta 150 sea una vía comercial importante como parte del Corredor Bioceánico, calculan que diariamente pasarán 800 camiones por el límite internacional. Esto abre nuevas posibilidades para San Juan, en especial para la gente de Iglesia, Jáchal y Valle Fértil. Prevén que abaratará los costos de fletes para los productores agrícolas, ganaderos y mineros de esas zonas, y podrán salir a nuevos mercados en el exterior y el centro del país. Al ser todo más accesible, podrían instalarse empresas y emprendimientos como la mina de Gualcamayo o la búsqueda de petroleo, como en Jáchal. Necesariamente habrá que dar servicios y esa es otra alternativa económica. También se habla de explotar más la ruta turística. Con solo transitar la 150 se podrá disfrutar de la belleza de la cordillera, los paisajes de los departamentos norteños y hasta el imponente Valle de la Luna. No es menos cierto que algunos vallistos temen que villa San Agustín quede postergada, pues Ischigualasto ahora estará más cerca de la ciudad de Jáchal que de la villa cabecera del departamento.

El camino cambiará la vida del Norte, tantas veces postergado. Quizás éste era el objetivo de aquellos que trazaron esa ruta, como también el sueño del ex intendente de Jáchal, el radical Dalmiro Garay; el ex intendente peronista de Iglesia, Alfonso Mini, y el ex intendente de Valle Fértil, el bloquista José Hidalgo, con el llamado Encuentro de los Pueblos. Lo mismo que todos lo que vinieron después para promover los que hoy se materializa.


TESTIMONIOS

José Simán / Productor agrícola de Jáchal

Es un sueño


Es importante para nuestros productos, tanto para salir al Pacífico como para el Centro del país o Brasil. Ahí consumen nuestros ajos o cebollas, como otros productos de Jáchal. La minería no solo es el oro, esto puede dar un empuje en la producción de cal. Con esta ruta se mejoraría enormemente nuestra forma de vida. Ojala yo pueda vivir para ver la apertura de la ruta. Es el sueño de todos los jachalleros.

Roberto Martín / Cámara de Comercio de Jáchal

Mucha expectativa


El jachallero tiene mucha expectativa. La apertura de camino significa abrir vida, ilusiones y esperanzas. Con la nueva ruta va haber crecimiento y Jáchal dejará de ser, como lo llamamos vulgarmente, una ciudad bolsillo o terminal. Pasaremos a ser una ciudad de paso, con más servicios. Esto también va a venir bien para oxigenarnos turísticamente.

Dalmiro Garay / Ex intendente de Jáchal

Veníamos luchando por esto


De hace años veníamos luchando para que construyan este camino, y parece que se va a dar este anhelo. Vamos a tener más salida para nuestros productos. Y también seremos un camino de tránsito y quizás tengamos un crecimiento como los pueblos que antes se levantaban a la par de los ferrocarriles. Ojalá sirva para mejorar la actividad ganadera y turística.

Andrea Sánchez / Cooperativa Pismanta en Iglesia

Significa progreso


Todavía no tomamos la magnitud del hecho que se nos viene con la nueva ruta. Hemos conformado la asociación de turismo, industria y comercio de Iglesia para prepararnos. Esto significa progreso, más facilidad para comunicarnos con otros departamentos y nuevas fuentes de trabajo. Lo negativo es que el pueblo va a cambiar y perderemos la tranquilidad que siempre tuvo Iglesia.

Marcelo Tejada / Agricultor de Iglesia

Nos favorecerá muchísimo


Como productor de semilla para exportación pienso que la ruta nos favorecerá muchísimo. Con hacer 300 kilómetros, a lo mejor ya estemos en el puerto de Coquimbo. Es importante para mejorar la producción agrícola. Hoy cuesta mucho el transporte. Y esto también puede beneficiar a los ganaderos. Soñamos que puedan venir empresas y mejore el turismo por los hermosos paisajes que tenemos.

Rosalva Marino / Tejedora de Iglesia

Ojalá el pueblo no cambie

El camino es importante para esta comunidad que siempre estuvo postergada. Puede haber mejoras del lado económico, pero esperemos que después mejoren los servicios de salud y educación para la gente. Ojalá el pueblo no cambie. No me gustaría que venga gente del mal vivir. Soy una mujer grande, pero lo jóvenes quizás vean los frutos que traerá el nuevo camino.

Manuel Riofrío / Minero de Valle Fértil

Puede aislar a San Agustín


Para nuestra cooperativa que trabaja el cuarzo y el feldespato, la ruta es importante porque tendremos más cerca el cruce internacional y pueden abrirse otros mercados. Lo que no es bueno, es que San Agustín quede aislado turísticamente. Hoy el pueblo brinda todos los servicios a los que vienen a Ischigualasto, pero con la nueva ruta puede que los turistas se vayan a hospedar a Jáchal o a La Rioja.

Américo Cortéz / Guia turístico de Valle Fértil

Es fantástico

Es fantástico que hagan nuevos caminos para llegar a Ischigualasto. La ruta 150 no solo va a beneficiar al Valle de la Luna, sino a toda la zona y la provincia. San Agustín seguirá siendo una referencia para el turista, tenemos todos los servicios. Puede haber un mejor mercado para todas las actividades, la cosa es que sea un crecimiento ordenado y planificado. Hay que cuidar el impacto ambiental.

Hugo Torres / Artesano y guacho de Valle Fértil

Esto aleja un poco


Tenemos miedo que con la ruta baje la afluencia turística en Villa San Agustín. No nos oponemos al progreso, pero ésto aleja un poco al pueblo con relación a Ischigualasto. Ahora va a convenir ir a Jáchal y de ahí al Valle de la Luna, que pasar por San Agustín. Hay muchos atractivos por aquí y esperemos que no decaiga la actividad turística.