Lee Alexander McQueen nació en el corazón de un popular barrio de Londres el 17 de marzo de 1969. Era el más pequeño de una numerosa y humilde familia compuesta por cinco hermanos, cuyo padre sustentaba la economía con su profesión de taxista.
Precoz y visionario ingresó al mundo de la moda con 16 años de edad al abandonar la escuela, y desde siempre se reveló a los cánones de la época, poniéndose de parte de los repudiados socialmente y esforzándose para dar la impresión de inadaptado.
Sus primeros aprendizajes los hizo de la mano del renombrado y exclusivo sastre Anderson & Sheppard, (uno de los encargados de vestir al ex presidente soviético Mijail Gorbachov y al príncipe de Gales), con quien adquirió conocimientos de corte y confección.
Pero el dramatismo que más tarde pondría en juego como diseñador lo adquirió luego cuando trabajó para "Gieves and Hawkes" y "Angels and Bermans", casas dedicadas a la confección de vestuario de teatro. Con este bagaje en sus espaldas Lee McQueen consiguió graduarse en Diseño de Moda en el prestigioso Central St. Martins College. Su colección final captó la atención de los medios de comunicación y lo convirtió en una joven promesa.
Eso posibilitó que los diseñadores Koji Tatsuno y Romeo Gigli en Milán, lo convocaran y hacia allá viajó, pero McQueen regresó al poco tiempo a Londres para convertirse en profesor de St Martins.
El destino jugó a su favor nuevamente. Una beca otorgada por este centro de estudios le dio la oportunidad soñada. El 1993 la cazatalentos Isabella Blow, lo vió y se enamoró de su genio, no sólo adquirió su colección entera sino que se convirtió en su mecenas y lo ayudó a crear su marca.
Al poco tiempo, McQueen empezó a ser considerado la revelación de la escena londinense.
Con su colección titulada "Highland Rape", que presentaba modelos de aspecto desordenado con ropas desgarradas, el mundo de la moda coronó como rey de la aguja a este "enfant terrible", hasta el punto de conseguir en 1996, el galardón al diseñador británico del año y al mejor diseñador del mundo.
Unos meses después, Alexander fue fichado como director creativo de la mítica marca Givenchy, pero
después de varias temporadas y crisis de por medio en 2002 el modisto decidió comprar el 51 por ciento de su compañía al grupo Gucci para relanzar su propia marca.
Actualmente sus colecciones son distribuidas en en 39 países a través de 194 puntos de venta.
A partir de allí Alexander McQueen dio rienda suelta a su imaginación, y se transformó en un diseñador transgresor y audaz. Su estilo fusionó sensualidad y costura a la perfección. Sus femeninos trajes pantalón de acabados magistrales con las típicas solapas puntiagudas, sus vestidos con corsé y su amor por los detalles románticos generaron adicción por sus creaciones entre sus seguidoras, entre las que se destacan Jennifer López, Nicole Kidman, Penélope Cruz, Drew Barrymore, Lady Gaga, Dita Von Teese, Sarah Jessica Parker, Ashley Olsen, Cameron Díaz, Sandra Bullock, Victoria Beckham, Kate Moss, Rihanna, Madonna, Pink y Naomi Campbell.
Y también diseño para hombres, lanzando en 2005 su primera colección con influencias militares, toques un poco dark y aires históricos remozados.
Para McQueen, con su cabeza rapada y su cuerpo lleno de tatuajes, la moda era un arte y sus pasarelas transportaban a mundos fantásticos donde todo era posible y donde la tecnología y la vanguardia tenían un lugar protagónico.
Emblemático, sensible e irreverente el domingo antes de su muerte Alexander escribía a través de su blog en Twitter que había pasado una semana "jodidamente horrible", debido a la muerte de su madre hacía unos días, con la que estaba estrecha y espiritualmente unido. También agradecía el apoyo de sus amigos y afirmaba: "De alguna manera tengo que reponerme", quizá pensando en la próxima presentación de su colección 2010 en la Semana de la Moda de París que realizaría el 9 de marzo.
No lo logró, y el jueves a la noche se apagaron para siempre las luces del genial "chico malo" de la moda internacional.
