Cuando cruzamos en invierno comenzamos el viaje caminando unos kilómetros antes de Manantiales porque no de podía continuar por la nieve en el camino.

Utilizamos esquíes de travesía, la base de los mismo tienen una piel sintética que se llama piel de foca, de esta manera te permite caminar y avanzar más rápido a pesar de la nieve.

A las 6 hs. de caminata nos encontramos a lo lejos a unos 200 m., más precisamente en "El Peñón’, un puma comiéndose un guanaco, al vernos el puma huyó y dejo su presa en medio de la huella de nieve. Nosotros dijimos, ¿qué hacemos?, nos estaba mirando de lejos, porque seguramente el puma quería seguir comiendo su presa, entonces apuramos la marcha y de esta manera, por el miedo a que nos atacara el puma avanzamos el doble, llegando casi a "Los Hornitos’. Una de las cosas que más me sorprendió es ver la naturaleza viva e intacta, realmente son dos postales diferentes el invierno y el verano.