Quedaron en el camino de esa elección otras personas que también influenciaron el mundo y la forma de percibirlo y apreciarlo. El segundo lugar le perteneció a Snowden, por lo que demostraron sus denuncias sobre el masivo y escandaloso programa de espionaje del gobierno de los Estados Unidos que en aras de la seguridad nacional invadió la privacidad de ciudadanos y vigiló a líderes amigos y enemigos por igual.

Por su parte el diario francés "’Le Monde” destacó el viernes pasado al papa Francisco como la personalidad del año 2013, y escogió para ilustrar su portada una de las tazas con su rostro que se venden en el Vaticano. El suplemento semanal del influyente vespertino europeo subrayó que a estas alturas "’no es absurdo hablar de papamanía”, y ensalzó el mensaje de modernidad que encarna el sumo pontífice.

"’Entre los creyentes, está sin duda la alegría de recuperar los orígenes del mensaje cristiano. (…) Los otros están seducidos por algo que se parece a la modernidad, al menos en el discurso”, indicó "’Le Monde” al explicar su decisión. Francisco se impuso como personaje del año tanto entre la redacción del diario como entre quienes lo eligieron a través de Internet, y superó con sus votos al exanalista de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) Edward Snowden.

Y ahora apareció la prestigiosa revista "’The Economist” que eligió como el personaje del año, no a una persona o un hecho como habitualmente lo hace, sino a un país. El agraciado fue el más chico de Sudamérica, Uruguay, que con 3,3 millones de habitantes se proyectó mundialmente sobre la base de la flamante ley que legaliza el consumo y estatiza la producción y distribución de la marihuana, legalizó los matrimonios gay como ya se había hecho en Argentina, y tiene un presidente, José "’Pepe” Mujica, cuya filosofía austeramente campesina, muestra que también se puede ser Presidente sin tanta pompa, lujos y poder.

A diferencia de otros, Mujica, como militante de izquierda y que de joven fue un Tupamaro junto a su esposa, jamás abandonó sus ideales y forma socialista y frugal de vivir, aquellos que otros comunistas la dictan a los demás, pero desde sus Mercedes y privilegios en el poder. Mujica todavía hoy, en un mundo que pide a gritos ejemplos, dona el 90% de su salario, vive en su chacra de pocas hectáreas, cultiva la tierra y recoge hortalizas desde su tractor y, mejor aún, enseña a niños y jóvenes pobres cómo ganarse la vida en el campo.

En un mundo en el que el consumo distorsiona los valores y la trivialidad propone tentaciones, la elección del Papa argentino y del Presidente uruguayo se hace la más apropiada. La vida de estos dos líderes -marcadas por la humildad, el desprendimiento y el servicio, y por el coraje para cambiar las cosas después de los 70 años- invita a la reflexión, justo a tiempo para esta época navideña.