El jueves último quedó oficialmente terminada la Avenida de Circunvalación de la Ciudad de San Juan, o Autopista 14 en la nomenclatura nacional, una obra histórica proyectada tras el terremoto de 1944 para contener el crecimiento del tránsito automotor con visión de futuro. El anillo vial permaneció durante décadas en la etapa de construcción y quedó tan desactualizado que lejos de rodear la ciudad, la expansión urbana lo fue absorbiendo a lo largo de medio siglo sin que completaran los trabajos.

Este ícono del progreso sanjuanino fue de todas maneras funcional a las necesidades de comunicación, pero también mostraba la imagen del desierto en que vivimos, hasta que la actual gestión de gobierno con el apoyo nacional, hermosearon la carretera con un paisaje verde que en esta zona se transforma en un emprendimiento titánico. Parquizar la autopista significó depositar una capa de tierra fértil, sembrar y mantener el riego artificial mediante 1,7 millones de metros de tubería para los equipos de bombeo.

Se agregaron 80 kilómetros de barandas defensivas en el anillo carretero y los laterales y se renovaron 30.000 metros cuadrados de señalización horizontal.

Hoy la Avenida de Circunvalación es utilizada como vía rápida clave para el enlace y acceso entre la ciudad capital y los departamentos del Gran San Juan y, paralelamente un pulmón verde que junto a sus beneficios y funciones específicas, ofrece un paisaje sorprendente para turistas y visitantes que no conocían San Juan, o hace tiempo no llegaban a nuestra ciudad. La carretera ha servido de modelo para parquizar el Acceso Sur, demostrando que con ejecutividad y adecuada inversión toda obra pública es factible.