El Pueblo de la Provincia de San Juan de Cuyo, no sólo brindó una importante contribución a la organización de la Campaña Libertadora de San Martín, sino que contempló la necesidad de hacerle un tributo a través del reconocimiento de lugares históricos, y monumentos. Este proceso se llevó a cabo a lo largo del tiempo, no obstante fue casi inmediato reconocer la grandeza de uno de los más ilustres patriotas con los que cuenta nuestro país. Así en 1816, el Cabildo informó "respecto a las gracias a los soldados destacados durante la campaña, y a los monumentos para honrar al Gral. Don José de San Martín”.

Antes de referirme al apoyo brindado y del reconocimiento por parte de San Juan a San Martín resulta necesario hacer referencia a la región de Cuyo, integrada por las provincias de San Juan, Mendoza y San Luis. "Este territorio fue descubierto por los españoles en 1561. Los aborígenes denominaban Cuyo a las tierras ubicadas al sur del Tucumán, a los pies de la Cordillera de los Andes. En el plano y acta de fundación de la provincia se la denomina "San Juan de la Frontera” (1562), no obstante se la llegó a conocer con otros nombres, como "San Juan de Cuyo”. Y como integrante de una de las más antiguas y tradicionales regiones del país dependíamos de la Capitanía General de Chile, hasta que ya en 1777 nuestra dependencia pasó al Virreinato del Río de La Plata.

Ahora bien San Martín había sido designado Gobernador Intendente de Cuyo en 1814 y residía en la Provincia de Mendoza, donde organizó la Campaña Libertadora del Cruce de los Andes. Desde allí vino a nuestra provincia en dos ocasiones, con la finalidad de sofocar levantamientos autonomistas, en el mes de mayo de 1815. Y en la segunda oportunidad, el 9 de julio de 1815 para inspeccionar los pasos cordilleranos ante el peligro de una invasión realista desde Chile, y además asegurarse el apoyo de la provincia a la campaña libertadora. Necesitaba reclutar tropas con hombres solteros de entre 16 a 40 años, además llevar a cabo la recaudación de dinero para el Ejército de los Andes, y como consecuencia de ambas acciones, el reclutamiento y la recaudación, se formó la IV División del Ejército de Los Andes, conocida como la Columna Cabot.

San Martín para materializar parte de este emprendimiento se alojó en el Convento de Santo Domingo y la celda que ocupó ha sido declarada lugar histórico por medio de Decreto N¦ 2756 del 23 de diciembre de 1980. Este sitio se encuentra ubicado en la calle Laprida 57 este, su arquitectura es la más antigua de la ciudad, y data del siglo XVII. El Monumento Histórico Nacional "Celda de San Martín” recibe esta denominación debido a que las habitaciones o dormitorios de los frailes se las llama "Celdas”. En este caso particularmente se habla de "Celda Prioral”, por ser la que habitara el prior, es decir el Superior de la Orden de Predicadores Dominicos. Es el lugar donde San Martín tuvo su breve estancia en el 1815, cuando visitó la Provincia de San Juan

Por su parte en el libro del Convento en el extracto del "Libro de gastos” se registran los gastos que se realizaron durante los días que estuvo San Martín en la ciudad de San Juan, para luego "tomar un conocimiento exacto de los lugares por donde puede ser invadida esta Provincia, por los enemigos y la indefensión de esa Ciudad, me obligan a ponerme en marcha para que este destino con ambos objetos”, según consta en julio de 1815. Y en este caso el peligro era real, ya que el destacamento de los Patos había sido sorprendido en el mes de mayo por una partida enemiga.

El libro menciona que en "Julio de 1815, 9 domingo”, se gastó "en pan y demás 5 reales; en carne, grasa y recaudo ocho reales; en la noche un real de arroz; un real en papas; y medio en cabezas de cebolla. Este gasto se hace por haber llegado esta misma a parar al Convento el Sr. Intendente de la Provincia San Martín, trayendo dos compañeros, un ordenanza y tres sirvientes.

Además teniendo en cuenta la adhesión de la Orden de Dominicos con respecto a la Independencia de nuestro país, todos los Conventos de la Orden fueron puestos al servicio de la Patria. En San Juan se extendió entre el 20 de julio de 1816 y el 18 de enero de 1817, lo que permitió que la IV División del Ejército de Los Andes se instalara en el Convento, por expreso pedido de San Martín al Dr. José Ignacio de la Roza.

Finalmente deseo destacar una Proclama del Gral. San Martín al pueblo de San Juan: "Cívicos de San Juan: Venid amigos a auxiliar este Ejército, que tanto necesita de vuestros brazos para su transporte. Dos meses será lo más que dure vuestro servicio.

Venderéis al cabo de ellos gloriosos a vuestras casas con todos los auxilios que han de devolverse a los ciudadanos de ambos pueblos. Con la constancia amigos colmáis de gloria a la gran Cuyo”

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