Unas 1400 personas mueren cada año en Argentina a causa del Sida, una cifra que perfectamente podría disminuir si las personas se hicieran el análisis para conocer si son portadores del VIH y así comenzar tratamientos anticipados. Se estima que en el país 110 mil personas tienen el virus, pero sólo el 70 por ciento lo sabe, y el otro 30 por ciento desconoce el diagnóstico. El miedo, la falta de información, el desconocimiento, la discriminación, son algunas de las causas que llevan a esta situación. De hecho no todos saben que existe la denominada profilaxis post exposición, un cóctel de medicamentos que permite inhibir el virus en caso de que exista la "presunción" de contagio, siempre que se comience a aplicar antes de las 72 horas del "accidente". El tratamiento es gratuito y en San Juan está disponible en los dos hospitales públicos más importantes, informaron desde Salud Pública.
"La profilaxis post exposición que se utiliza en argentina es AZT, más 3TC, más lopinavir/ritonavir durante un mes de tratamiento y está indicada para personal de salud que se pincha con un paciente VIH y si no se sabe si es VIH se hace un test rápido; para personas abusadas sexualmente; o aquellas que tuvieron una exposición de riesgo como por ejemplo una pareja VIH positiva y una relación sin profiláctico o que se rompió", explica Omar Sued, médico director del Área de Investigaciones Clínicas de la Fundación Huésped.
Si una persona se expone a este tipo de situación u otras similares debe concurrir al hospital público, donde será asistido por el médico de guardia, o bien consultar a la línea gratuita Sida para pedir asesoramiento (Ver destacado).
"Supongo que una de las razones por las cuales no es tan difundido esto, porque hace años que existe, es para que no haya una demanda masiva de la gente que piense que quizá pudo contagiarse. El caso es que debe estar encuadrado en una de las opciones. De hecho cuando existe violación el tratamiento se hace siempre", explica Sued de la Fundación Huésped.
El mismo profesional aclara que "en otros países se está cambiando este tratamiento a otro con menos toxicidad (truvada y raltegravir), pero debido al alto costo nosotros seguimos con éste".
Del mismo modo países avanzados como Estados Unidos cuenta con una medicación que se aplica en forma permanente a las personas que están expuestas al contagio, como por ejemplo las trabajadoras sexuales, pero al tener altos costos de inversión aún no figura en la políticas sociales de Argentina. Está comprobado que baja el riesgo de contraer el virus en un 96 por ciento.
Situación general
En Argentina la tasa específica de mortalidad por Sida ha descendido levemente
desde 1997 a partir de la introducción de la terapia antirretroviral de gran actividad, sin embargo, entre 2005 y 2012 la tasa mostró un estancamiento, e incluso entre 2012 y 2013 un leve ascenso de 3,2 a 3,5 defunciones por 100 mil habitantes, indican los números oficiales.
"El ultimo dato de mortalidad está en 1446. No fluctúa porque una gran proporción -un 30 por ciento- de los casos se diagnostican en fases muy avanzadas, y eso aumenta la mortalidad", indica Sued.
La estadísticas nacionales también consideran que hay unos 5000 nuevos casos por año, si bien la tendencia es a una lenta disminución, todavía siguen apareciendo.
Uno de los grandes problemas es la discriminación, que aunque no se crea sigue latente en la población, ya sea por falta de información, miedo y prejuicio. "Sin embargo hay un montón de leyes que se han aprobado para atenuar o penalizar estos efectos. En particular no se puede ofrecer el VIH en el trabajo, ni hacerlo sin autorización, y no debería considerarse un impedimento para trabajar. Existe una ley de igualdad de género, y de matrimonio igualitario que normaliza estos colectivos que están mas afectados, y hay muchísimos juicios ganados a empresas o escuelas que despidieron o no quisieron aceptar personas VIH. Hoy el VIH no es una limitación para estudiar, trabajar, tener hijos, casarse ni viajar en nuestro país y en la mayoría de los países", agrega el directivo de la Fundación Huésped.
