Gustavo ‘El Pelado’ Cordera, voz insignia de La Caravana Mágica vuelve a la provincia con un espectáculo con una mixtura sonora que abarcará canciones de La Bersuit Vergarabat, por un lado, y por otro con los hits actuales en su trayectoria solista: ‘Un show ecléctico y balanceado’, pero con una banda renovada (con la inclusión de un nuevo batero, Emiliano Pérez Saavedra) la cual ahora ‘tiene más power y está más rockera’, según las palabras del cantautor.

Ningún día es igual para el creador de ‘La Bomba Loca’: ‘Soy un nómade, me llevo a todos lados. Soy mi casa’, así se definió en pleno tránsito desde Uruguay a Buenos Aires, para luego partir hacia tierras cuyanas. DIARIO DE CUYO dialogó con el artista que explicó por qué a casi 11 años de separarse de La Bersuit, continúa interpretando sus clásicos hits que perduran con mucha vigencia: ‘Antes que nada son muy buenas canciones que a medida que pasa el tiempo se vuelven más poderosas. Son como el vino, ustedes como sanjuaninos saben de qué hablo’. Cuando Cordera rompió con su anterior grupo en su etapa de mayor éxito, decidió resetear y emprender su propio camino junto a La Caravana Mágica desde cero. Fue un antes y después: ‘Asumí los riesgos. El rock es un movimiento que surgió como grito de libertad. Que rompió con ataduras del pasado, con viejos axiomas e ideologías. Pero terminó transformándose en una fuerza más conservadora que venera más a la muerte que a la creación. Entonces fue el momento de empezar un proyecto nuevo y desde otro lugar. Esto tiene mucha resistencia en el rock. A mí me excita mucho el desafío de romper con mitos y cambiar paradigmas por mi carácter aventurero, guerrero y rebelde que tengo’. Por todo ello, Gustavo justificó su elección por salir de una ‘zona de confort artístico’: ‘La Bersuit tuvo un éxito social engañoso y a veces no coincide con lo personal. La banda artísticamente no tenía vitalidad. Amo al arte, es lo que me da energía, es lo más sagrado que respeto. Me ayudó desde chiquito a curar mis problemas mentales, me dio un arma para defenderme en la vida. Y me parece que si la banda no tiene arte, por más éxito que tenga, dejará de interesarme’. Aunque todavía existan fricciones entre él y Bersuit por la titularidad de las canciones, para el solista ‘me tiene sin cuidado. Esas canciones nacieron de mi guitarra y de mi corazón. Y si quieren meterme preso por seguir cantándolas, que lo hagan. Nunca dejaré de cantar aquello que salga de mi corazón’, afirmó contundente.

En cuanto a futuros proyectos, el músico adelantó que en junio lanzará su nuevo disco que produjo junto a Eduardo Cabra de Calle 13 y en octubre se estrenará un largometraje documental dedicado a su vida como artista. ‘Será un disco tremendo, con una fuerza y vitalidad alucinante. Este trabajo estará entre lo mejor y más evolucionado de mi vida. Con Cabra somos dos guerrilleros que estamos dispuestos a perderlo todo por el arte’. Pero Cordera, fiel a su naturaleza, no se queda callado ante las injusticias sociales y políticas que atraviesan al país y al mundo. ‘No quiero ser dramático pero se viene un nuevo estallido… el estallido de la conciencia. Es el peor enemigo de las corporaciones y del establishment político. A través de publicidades comerciales y de los medios, prefieren que nada se sepa por ejemplo, de cómo nos contaminan los alimentos, cómo nos manipulan con los medicamentos. No me gusta favorecer a ningún partido político o perjudicarlo. La revolución ya no pasa por la política, no cambia nada. Es parte del mundo viejo. Y yo trabajo para que la gente se reencuentre, se emocione, tome conciencia, piense y se abrace. Por eso en cada recital, se vive una experiencia más real. Hay gente que se queda dormida al seguir puteando y peleando por un partido político. Mi labor desde el arte es rescatarla de esa trampa’. Y agregó: ‘La principal distracción que tenemos es la pelea entre Cristina y Macri, a nadie le sirve estar ahí. Gastamos energía en gente que no le importamos para nada. Hay que salir de las computadoras y estar más en el mundo real. Porque la música y el arte es el nuevo evangelio, es la nueva política. Es la fuerza divina para mejorar nuestra calidad de vida y para ser mejores seres humanos’, concluyó.