Fue una revolución en su época y se convirtió en un ícono que mantiene su vigencia 40 años después. Asomaba la década del 70 cuando la banda formada por músicos de Quilmes comenzaba a transitar el fresco camino del rock nacional. Se llamaron Vox Dei y su segundo disco, La Biblia, marcó un punto de inflexión. Ricardo Soulé, Rubén Basoalto (fallecido el año pasado), Jorge Carlos Godoy y Willy Quiroga buscaban algo más que buena música, querían dar un mensaje. Componer usando la letra del Martín Fierro llegó a ser una de las opciones. Sin embargo, fue Soule quien llegó un día con la propuesta: harían canciones inspirados en las Sagradas Escrituras. Contar y cantar la Biblia, ni más ni menos. "Era un hermosa locura", recordó en charla con DIARIO DE CUYO Willy Quiroga, el bajista del combo, quien el 6 de mayo llegará a San Juan para ser parte de un show homenaje a este disco que sacudió la escena nacional (ver aparte).
Sabían aquellos osados muchachos que era un terreno escabroso. No era poca cosa una banda de rock metiéndose con la Iglesia, en un país con un gobierno de facto. De hecho el Arzobispado siguió de cerca el proyecto, pero lejos de objetarlo, después de conocer las letras -que leyeron antes de la grabación-, monseñor Emilio Graselli no sólo admitió que él mismo no hubiese tenido el poder de síntesis para explicar el Génesis, por ejemplo, como estos pelilargos lo habían hecho. También les recomendó a los jóvenes prestar oídos al disco.
Durante un año y medio Vox dei trabajó en la Biblia, grabando todos los ensayos, volviendo a escuchar, descartando lo malo y guardando lo que servía, hasta que quedó el producto que lanzaron en marzo de 1971. Ocho fueron los cortes que quedaron: Génesis, Moisés, Las guerras, Profecías, Libros sapienciales, Cristo (Nacimiento), Cristo (Muerte y Resurrección) y Apocalipsis, estas dos últimas instrumentales. Apocalipsis quedó inconclusa en la versión original, porque la cinta había desaparecido y aunque fue recuperada después, el disco ya estaba en la calle, con una primera versión del tema. Sería recién en 1986, durante la grabación en vivo de La Biblia, que Apocalipsis quedó editada completa.
Cada aspecto de esta ópera fue cuidado con esmero. Todo tenía un por qué y un mensaje. En la carátula del disco y después en la parte posterior de las ediciones en CD, Ricardo Soulé dejó plasmado un texto, que fue acompañado por un dibujo de Willy Quiroga. Una figura andrógina, con pies como raíces y sus manos elevadas hacia el cielo con forma de ramas, para significar un hombre lleno de defectos y virtudes; raíces que representan las cosas que lo atan a la tierra, y el deseo de elevarse a un estado superior.
La Biblia fue presentada en el Teatro Alvear en cuatro lunes consecutivos, con afluencia tan masiva de público que hubo que cerrar la Avenida Corrientes. La revista especializada de rock "Pelo’ publicó por esos días que había que hablar de "un antes y un después’ en el rock nacional a partir de La Biblia de Vox Dei. Y sus creadores no son indiferentes a esta obra, a la que están agradecidos, por permitirles compartir esas canciones que fueron pasando de generación en generación desde hace 40 años.
