La Caléndula es una planta herbácea, de hojas lanceoladas y de color amarillo anaranjado. Puede ser anual, aunque en alguna ocasiones puede llegar a durar dos años. Por eso en estos momentos está en su esplendor. Sus hojas son alternas, alargadas y con algunos dientes. Se distingue por sus cabezas florales grandes que impactan con su color amarillo y anaranjado.Pertenece a la familia de las compuestas y es melífera, es decir, que producen néctar y miel y sus flores son polinizadas por abejorros, abejas y escarabajos. En los jardines llaman la atención formando grandes macizos.
Además es una planta medicinal, muy utilizada en dolencias dermatológicas. Es capaz de curar y reparar tejidos dañados de nuestro cuerpo, como por ejemplo para las cicatrices o algunas manchas. Elimina las impurezas de la piel y cura pequeñas heridas. También posee propiedades antiinflamatorias, antibióticas y antisépticas, por ello es utilizada para reducir la inflamación de las picaduras de insectos o para reducir las irritaciones en la piel. Es perfecta para la dermatitis y para luchar contra el acné juvenil, así como para eliminar marcas de granos. En verano es muy utilizada para aliviar las quemaduras de primer grado provocadas por el sol o cualquier otro tipo de quemaduras.
