La presidenta, Cristina Fernández, está apostando su futuro a una agrupación de jóvenes oficialistas fundada por su hijo, en un desafío a aliados tradicionales de su partido peronista cuando está en plena carrera por la reelección.
La mandataria, que según encuestas podría ganar holgadamente las elecciones del 23 de octubre, ha condimentado las listas electorales del partido gobernante con ultraleales miembros de "La Cámpora", la agrupación juvenil kirchnerista.
Tomando el nombre de Héctor Cámpora, un presidente que gobernó el país por pocos días en 1973, el movimiento fue fundado por el hijo del matrimonio Kirchner, Máximo -de 34 años-, durante la presidencia de su padre.
Varios miembros han alcanzado cargos estatales altos. Es el caso de Mariano Recalde una figura más que influyente de La Cámpora, que actualmente preside la estatal Aerolíneas Argentinas. Su padre es Héctor Recalde, diputado y asesor legal de la mayor central obrera del país, la CGT.
Además de Recalde está Iván Heyn, un economista del grupo nombrado en representación del Estado en el directorio de una grande empresa: el gigante del aluminio Aluar. El economista es además titular de la Corporación Puerto Madero, que administra el barrio más caro de la ciudad de Buenos Aires.
El actual subgerente de Aerolíneas Argentinas, Axel Kicillof, suena con chances de convertirse en el futuro ministro de Economía. Es doctor en economía y tiene 39 años. Enemigo de las corbatas, el especialista de la Universidad de Buenos Aires (UBA) es integrante de La Cámpora y hace unos meses fue propuesto por el gobierno nacional para integrar el directorio de Techint, hecho que rechazó la empresa y generó un conflicto judicial.
La Presidenta recurre a estos jóvenes, porque considera que "esta generación es la garantía de que el proyecto perdure por muchas décadas más", explicó el legislador porteño Juan Cabandié, figura clave de La Cámpora. Principal candidato oficialista a la Legislatura de Buenos Aires, Cabandié obtuvo la reelección en los pasados comicios porteños, quedando en el ojo del huracán por los inesperados resultados que obtuvo el sector. Nieto número 77 recuperado por las Abuelas de Plaza de Mayo y amigo de Máximo Kirchner, Cabandié supo ganarse el cariño de la Presidenta, quien confesó que lo quiere "como a un hijo".
A juicio del analista político argentino Julio Burdman, La Cámpora constituye hoy "el puntal de lanza de la kirchnerización del peronismo". "Es el sector que más está creciendo" en el mapa oficialista, asegura. Opinión similar manifiesta el politólogo Rosendo Fraga, quien sostiene que "el rol de La Cámpora es potenciado por Cristina, porque en este momento a ella le conviene para generar un poder propio".
Aparte de Máximo, otra de sus figuras claves es el secretario general de La Cámpora, Andrés Larroque, que el 14 de mayo del 2010 fue designado al frente de la Subsecretaría para la Reforma Institucional y Fortalecimiento de la Democracia. Ocupa el segundo lugar en la lista de candidatos a diputados nacionales K por Capital Federal.
No menos importante es Eduardo de Pedro, un abogado de 34 años, considerado el "cerebro" de La Cámpora. "Wado" de Pedro -hijo de desaparecidos- es también miembro del directorio de Aerolíneas Argentinas.
El movimiento ha ganado atención desde que Néstor Kirchner murió de un ataque cardíaco en octubre y miles de jóvenes hicieron fila ante su féretro para rendirle homenaje. Pero el rápido ascenso de "La Cámpora" ha molestado a algunos de los antiguos aliados peronistas, como sindicalistas que habían exigido mayor participación en las decisiones políticas y en las listas electorales K.
Son "jóvenes dueños de una estructura con fuertes nombramientos públicos y nulo trabajo territorial: o sea, mucha caja, buena ubicación en las listas y desconocimiento de los barrios y por ende, cero información sobre cómo llegar a los vecinos", analizaba la prensa porteña tras las elecciones de la ciudad de Buenos Aires que le dejaron una sensación de asombro a los de La Cámpora.
