La piel húmeda y pegajosa, los cachetes rojos y los ojos vidriosos fueron las constantes en las caras de las personas que tuvieron que hacerle frente al calor y caminar por las calles céntricas. Ya sea por trabajo, por la compra de los regalos de Reyes o por cobrar en los bancos, la gente tuvo que salir y se sintió en el horno. Fue ayer, cuando la temperatura alcanzó su punto máximo de 42,4 grados a las 17, según los anunciado por el Servicio Meteorológico Nacional.
El calor se sintió desde la mañana temprano. A las 8, cuando ya había colas de media cuadra en las puertas de las jugueterías, el termómetro superaba los 28 grados. Y los padres no sólo cargaban las bolsas con regalos, sino también botellas de agua o gaseosa para apagar un poco el fuego.
La temperatura fue ascendiendo y al mediodía ya trepaba los 35,6 grados, con una sensación térmica de 38,9. En ese momento, las personas que formaban parte de una fila que ocupaba toda la manzana y que estaban aguardando para que llegara su turno para cobrar en el Banco San Juan, no aguantaban la fatiga. Se esforzaban lo máximo posible para seguir esperando sin que el calor les ganara y los obligara a volver al resguardo de sus casas.
Por la tarde, a las 17, la temperatura llegó a su punto máximo de 42,4 grados. En ese momento los más osados aprovecharon los canales de riego cercanos a la ciudad para darse un chapuzón y ponerle un poco de onda fresca al agobio del día.
Según los pronósticos del Servicio Meteorológico Nacional el clima será más benévolo hoy, ya que el calor será menos intenso. La jornada se espera con una mínima de 20 grados y una máxima que llegará a los 26 grados. Mientras que, para mañana se anuncian 18 grados de mínima y 30 de máxima. Y para el viernes la temperatura aumentará, variará entre los 18 y los 33 grados.
