El túnel de Agua Negra que unirá San Juan con la ciudad chilena de La Serena, con salida al Puerto de Coquimbo no sólo unirá los dos países separados por la cordillera de los Andes, sino que además será la conexión obligada de las regiones centrales de Chile y Argentina con Uruguay y el Sur de Brasil. La concreción de esa obra deberá ir acompañada de la reactivación de la ruta 41 (Chile) y la ruta nacional 150 (Argentina), además del puerto de Coquimbo, desde donde se podrá exportar carga del Mercosur y países del resto del Cono Sur, en especial, para los mercados de la región Asia-Pacífico. El proyecto del Túnel de Agua Negra fue concebido para completar el Corredor Bioceánico, uniendo Porto Alegre en Brasil con el puerto chileno de Coquimbo. Hoy la soja que se exporta a China desde Córdoba y Santa Fe, sale por el puerto de Rosario con rutas alternativa del Estrecho de Magallanes o Canal de Panamá. El objetivo principal de esta conexión -por debajo de la cordillera de los Andes, es desarrollar un “punto” de exportación para que las mercaderías del Cono Sur puedan llegar a los mercados del mundo, en especial, a los del Asia-Pacífico. Esa obra genera una excelente perspectiva ya que contribuirá a incentivar la producción para exportar en todas las regiones atravesadas por el Corredor Bioceánico. El inicio de la obra está previsto para el 2011 y su inauguración para el 2017. Su financiamiento se compone con un préstamo que la provincia de San Juan contraerá con la Consultora Bureau, a través del banco de desarrollo de Brasil (BNDES), refrendado por la ALADI. La provincia de San Juan cuenta con una zona franca, que sería una de las más beneficiadas con este emprendimiento. El proyecto consta de dos túneles paralelos, que tendrán una extensión de 14 Km -con carriles ida y vuelta- y estarán separados entre sí por una espacio de 90 metros.
