Como los chicos, la cordillera de los Andes en San Juan está en pleno crecimiento en altura. Pero en cambio se está hundiendo en el sur de Mendoza y norte de Neuquén. Por esta situación hay que esperar que en esta provincia se produzcan más cantidad de sismos, sobre todo en las zonas pobladas, y que éstos sean más dañinos que en las jurisdicciones donde está perdiendo altura.
Así lo afirma un trabajo de un par de geólogos de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires que ha sido publicado en varios medios especializados nacionales e internacionales.
"Hemos comprobado que hay diferencias muy importantes entre el proceso de levantamiento activo que existe en la cordillera de los Andes en la latitud de San Juan y lo que ocurre en el sur de la provincia de Mendoza y Neuquén donde la cordillera en vez de levantarse, está cayendo", dijo ayer a DIARIO de CUYO Andrés Folguera, quien junto a su colega Víctor Ramos, publicaron sus resultados del estudio. Además de profesores de la UBA, ambos son investigadores del Conicet.
La causa del crecimiento está asociada con el ángulo con el cual el fondo oceánico del Pacífico se introduce por debajo de la placa continental de América del Sur, que se denomina proceso de subducción. "Donde está la provincia de San Juan se introduce horizontalmente y eso hace que haya un gran fricción entre el fondo del mar y el continente, produciendo un levantamiento", explicó el investigador.
"En cambio, en el sur de Mendoza y Neuquén, la zona de subducción se está empinando, se está verticalizando y eso produce que la cordillera, en vez de levantarse se derrumba. El proceso es exactamente inverso", explicó Folguera.
La consecuencia de esos procesos es algo muy temido por los sanjuaninos: los terremotos, que son los que evidencian el movimiento de las placas. Y en eso la peor parte la lleva San Juan.
"En general, son impactos similares. o sea tanto el derrumbe como el levantamiento producen sismos", dijo Folguera, pero agregó que "por lejos, el levantamiento, tal como se ocurre en zona de San Juan, produce más cantidad de terremotos y más dañinos". Esto es por la forma en que se produce el levantamiento: El investigador explicó que las cordilleras no se levantan por cualquier sitio, "en general se levantan en el frente, donde es una planicie y están las fallas, o sea, en la ciudad de San Juan, donde está la población". Allí precisamente es donde se forman los terremotos. Por ejemplo, nombró la falla de La Laja, que está en medio de la zona agrícola sanjuanina y la de Pie de Palo, ambas activas. "En general, la parte más alta de la cordillera no es una fase activa, son fases antiguas. No es allí donde está ocurriendo el movimiento actual de levantamiento. Los terremotos se forman en el frente de la cordillera", aseguró.
El trabajo indica que el primer levantamiento de los Andes se habría registrado hace unos 120 millones de años; otro, hace 90 millones; el siguiente, hace 35, y el último, hace 12 millones de años. Ahora, hay una parte en levantamiento y otra en derrumbe. Los expertos no descartan que la cordillera de San Juan y de La Rioja haya tenido un ciclo de colapso como ahora ocurre en el sur mendocino, "probablemente hace 25 millones de años".
El ascenso de la cordillera es algo que los expertos conocen desde hace tiempo, gracias al descubrimiento de un geofísico sanjuanino, Mario Volponi, quien en la década del ’40 midió con detalle el levantamiento de la Sierra de Pie de Palo. En la actualidad, destacados profesionales locales como Laura Perucca, entre otros, estudian los efectos sociales que pueden producir los movimientos, según destacaron ayer los investigadores del Conicet.
