La educación contemporánea, se enfrenta ante el desafío de portar una doble condición, ser de calidad e inclusiva

"El reto para los sistemas educativos y las instituciones se sitúa en torno a la necesidad de generar experiencias que propicien saberes socialmente significativos” (Frigerio 2008).

El derecho a la educación implica, acordar y diseñar estrategias para promover el ingreso, permanencia y egreso de una institución educativa. De esta manera, la palabra inclusión se traduce en reconocimiento y alojar a todos sobre la base de un horizonte común: más y mejores oportunidades de aprendizaje, representando enfáticamente inclusión social.

"Una educación equitativa y de calidad, garantiza el acceso, la plena participación y el aprendizaje a todos y cada uno de los estudiantes, independientemente de sus diferencias personales y su procedencia social y cultural” (Murillo 2008) No podría hablarse de educación de calidad si no se logra que todos los alumnos y no sólo parte de ellos, adquieran las competencias necesarias para insertarse activamente en la sociedad y así, desarrollar su proyecto de vida en relación con otros. La UNESCO en su informe (2005) , establece tres elementos para definir una educación de calidad: respeto de los derechos, equidad en el acceso, los procesos y los resultados y pertenencia de la educación, es decir, aquella que tienen al "alumno en el centro”, adecuando la enseñanza a sus características y necesidades. Una educación con estas características, demanda mayor profesionalismo de los docentes, trabajo en equipo y proyectos educativos amplios y flexibles que se adapten a las distintas necesidades de los alumnos. Requiere un abanico de propuestas educativas, a fin de asegurar que todos logren las competencias básicas a través de distintas alternativas equivalentes en calidad. La educación inclusiva hace referencias entonces, a las necesidades de contemplar la igualdad de derechos y oportunidades para todos. Al mismo tiempo supone aludir a la exclusión.

Muy unida a estos datos está educación-pobreza. La Argentina se encuentra entre los países con más altas tasas de acceso y cobertura en la educación básica o primaria (Unicef 2012). Sin embargo, los principales problemas del sistema educativo argentino, tienen que ver con la calidad, el bajo nivel de aprendizaje de los contenidos básicos y la deserción en el nivel secundario. Estar escolarizado, no significa haber avanzado acorde con los niveles de aprendizaje requeridos. Diferentes autores sostienen que uno de los factores que generan segmentación social es la marginación por inclusión.

Me parece importante incluir en este tema, la situación de la educación en base a una investigación realizada por el Centro de Estudios de Educación Argentina (GEA) perteneciente a la Universidad de Belgrano. Los datos fueron proporcionados por el Ministerio de Educación de la Nación. El informe señala que San Juan, es una de las provincias con más cantidad de ingresantes a la escuela secundaria y, a la vez, con menos cantidad de egresados. En este informe el CEA expone el estado de la educación en la Argentina. Se percibe en la investigación contradicción. Si bien San Juan, es una de las que mayor cantidad de alumnos ingresantes tiene en escuelas secundarias, es la peor de todo el país en cantidad de egresados en ese nivel. Los datos indican que en el 2003 había 44.160 alumnos inscriptos. Mientras que en el 2013 la matrícula llegó a 51.071, lo que significó un incremento de 6.911 alumnos. Creció el 32,63 % que entre el 2003 y 2013 equivale a 3.238 alumnos más entre 2003 y el 2013. Debajo de San Juan, se encuentra Tucumán, con crecimiento del 30,7%, y Entre Ríos 30,42%. En cuanto al egreso, el informe revela una posición en donde San Juan, se produce un alto grado de deserción. Es la provincia donde más disminuyó la graduación escolar. El informe señala que de 4093 alumnos que egresaron en el 2003, bajó abruptamente un 26,58% egresaron del sistema 1.088 alumnos menos que en el año 2003. Argentina es el país con menor porcentaje de graduados en secundaria en toda Sudamérica, con un 40%. Perú tiene un 70% de graduados y es el mejor posicionado.

Existen muchos casos de altos niveles de abandono y bajos logros pero ellos hay que buscarlos en la escasez de recursos para proveer servicios educativos de calidad para todos y las prácticas excluyentes del propio sistema. Urge tender a superar la segmentación del sistema educativo para lograr una educación inclusiva y de calidad.

(*) Especialista en educación, escritora, productora del programa "Botica Educativa" Radio Sarmiento.