Tras una elección como la del domingo 9 hay mucho para analizar, incluso demasiado para una sola nota, igual es bueno hacer un repaso al menos de las cuestiones más trascendentes hasta ahora: por ejemplo, el altísimo porcentaje de corte de boleta, lo que en la práctica indica, entre otras definiciones, que los sanjuaninos de verdad estamos empezando a elegir a nuestras autoridades; los acomodamientos opositores posteriores, como el acercamiento de Roberto Basualdo a Mauricio Macri, movimiento que perjudicaría a uno de los candidatos a intendente; los que más ganaron y los que más perdieron, en un razonamiento lógico luego de cualquier elección; el éxito de las encuestas que este medio publicó y que se terminaron por confirmar casi en su totalidad el domingo pasado; el vergonzoso escrutinio provisorio que nos hizo caer en la cuenta de cuán país bananero aún somos, etcétera; fueron algunos de los datos sobresalientes, entre otros por supuesto. Además hay otro hecho de vital importancia, pero que hay que separar del resto porque empezó a producirse el viernes 7: la muerte de Juan Carlos "Chueco" Mazzón y el impacto que podría tener en el protagonismo de un peso pesado del peronismo y viejo conocido de los sanjuaninos: José Luis Gioja.
Vamos por partes y por importancia: el escrutinio provisorio. Bronca, vergüenza, desesperación, son los sentimientos que quedan tras haber sido testigos de lo que sucedió el domingo pasado en uno, si no el más importante, de los institutos de la democracia, como es el voto. La multiplicidad de candidaturas, la ausencia de boletas, la ignorancia de los que tienen que saber, la evidente falta de interés a informarse antes de llegar al cuarto oscuro de los votantes, y muchas otras situaciones que no vale la pena detallar, forman un combo letal que terminó por estallarnos en la cara la noche del domingo 9 y la madrugada del 10 pasados. "Sí, puede votar con tirilla, señora", le dijo el presidente de una mesa en una escuela de Pocito a una joven. Ninguna de las personas que estaban fiscalizando corrigió el error que acababa de cometer la autoridad máxima del comicio en ese sitio. Pasados algunos minutos y mientras la pobre joven ya había buscado un lugar en la larguísima fila de votantes, una fiscal, preguntando antes, con lo cual se puede inferir que tampoco estaba segura, corrigió el error del presidente de mesa. Hay escuelas donde han terminado de contar votos y de ponerse de acuerdo entre los fiscales recién cerca de las 6 de la mañana del lunes 10. Cae de maduro que algunas autoridades de mesa no tenían el conocimiento suficiente para ocupar ese lugar, justo en una elección donde abundaban las preguntas difíciles, o no tanto, como el caso de la mujer que pretendía votar con una tirilla. Es y no es, a menos a juicio de este periodista, responsabilidad del presidente de mesa no saber que no se puede votar con tirilla, papel que, de paso, ya hace rato que no se extiende como prueba de documento en trámite. A ese hombre le falta capacitación, lo mismo que le falta idoneidad a la Justicia para capacitar, es evidente. Lo de ese hombre en esa mesa en el Sur sanjuanino es un aspecto de la pobreza del armado del acto electoral, pero no el único: es probable también que, de alguna forma que no raye la inconstitucionalidad, se deba limitar la cantidad de personas que pretenden acceder a un cargo. No es posible que en un cuarto oscuro haya 50 ó 60 boletas distintas. La Constitución allana de manera categórica los caminos para favorecer la participación ciudadana, lo que es seguramente correcto, pero también es cierto que muchos dirigentes políticos se aprovechan de la Constitución y los votantes y, a sabiendas de que no van a ir a ningún lado con la candidatura, igual se presentan en elecciones y terminan tirándole por la cabeza al votante la responsabilidad de ponerles límites. Y también es real que hay candidatos a gobernador que se aprovechan de esos votantes y la "inocencia" de ciertos dirigentes para armar listas colectoras. No importa quién es el tipo, no importa lo que quiere hacer con el cargo al que dice querer acceder, importa que junte votos para el candidato a gobernador, o presidente o la ambición que sea. Una locura.
Para el problema de la rapidez y la honestidad del comicio, hay fórmulas. La boleta única o la boleta electrónica pueden ser soluciones medianamente serias. Ya se han aplicado en algunos lugares del país con buen resultado, como Salta y Capital Federal, por ejemplo. Aquí no aún, y parece que no se hará hasta pasado mucho tiempo. Una lástima.
Pasado ese desahogo institucional, vamos a lo político. ¿Ganadores? José Luis Gioja por ser el más votado; Sergio Uñac, el candidato con altísimas chances de ganar la general; Franco Aranda y Fabián Gramajo, los vencedores de internas peronistas ardientes; Fabián Martín, quien más votos sacó en Rivadavia y hombre encaminado a quitarle otro municipio grande al oficialismo; Marcelo Orrego, quien se impuso por 22 puntos a pesar de todo el aparato peronista que desembarcó en Santa Lucía. ¿Perdedores? El mayor, sin lugar a dudas, Robert Garcés, quien siendo intendente de Calingasta no pudo ni siquiera convertirse en candidato a diputado por ese departamento. Y en segundo lugar, y a riesgo de parecer contradictorio, voy a colocar a José Luis Gioja: no hay que olvidar que dos de sus ministros quedaron envueltos en derrotas. Dante Elizondo (Turismo y Cultura) a manos de Aranda y Daniel Molina (Desarrollo Humano) frente al basualdista Orrego. El último de ellos metido (a sabiendas) en una epopeya casi imposible de revertir, hay que reconocer. El primero envuelto en una interna que lo sobrepasó y que no supo morigerar, también hay que aclarar. Como quiera que sea, forman parte de este Gobierno y perdieron.
También hubo "rarezas": ¿Cómo puede ser posible que el candidato a diputado por Rivadavia, Marcelo Delgado, haya obtenido más votos que la intendenta Ana María López? 16 mil el primero, 11 mil la jefa comunal. ¿Habrá sido la interna del peronismo que se movió más por el legislador que por la intendenta? Silencio de radio. Máxima calentura.
En la vereda de enfrente, la opositora, también hay cuestiones que analizar. Eduardo Cáceres, el hombre de Mauricio Macri en San Juan, quedó en un incómodo cuarto lugar, obvio, si se toma lista por lista la elección. Obviamente tenía aspiraciones distintas y encuestas distintas. A esos sondeos no quisieron publicarlos nunca, pero informalmente hablaban de un primer o segundo lugar, refutando las que se hicieron en San Juan, por ejemplo de la empresa Acierto, publicadas por este medio. Entre los opositores ronda el rumor de que hay contactos del PRO nacional para lograr que Roberto Basualdo lleve al expresidente de Boca en su boleta. ¿Por qué el cambio? La mala elección de Cáceres, dicen. Basualdo minimizó la jugada esta semana en DIARIO DE CUYO, pero la idea seduce a otros del mismo frente y dicen que intentarán hasta último momento hacer el acuerdo. De concretarse (aclaran que en lo legal sí se puede), dejaría muy mal parado al PRO sanjuanino porque dividiría los votos de Macri en la Capital. En el búnker amarillo sanjuanino están de la cabeza con la difusión de este dato, porque aseguran que los deja sin chances de competir en la Ciudad, lugar al que pretenden llegar.
Volviendo al oficialismo, pero esta vez nacional, hay otra variable que más que nada es una especulación periodística, una corazonada, si se quiere. Con el fallecimiento de Mazzón el peronismo se queda sin un armador de fuste. El dirigente tenía el teléfono de todos y todos lo atendían. Tras su deceso, desde todas partes del dividido peronismo enviaron sus condolencias, dato objetivo y publicado por varios medios nacionales. Luego de los resultados de la elección nacional del domingo 9, Daniel Scioli, el candidato del peronismo, intenta aglutinar más que nunca al PJ nacional, sean de la línea oficial, o sean del costado que sea. Si bien José Manuel De la Sota ya anunció que el martes se sacará una foto con Sergio Massa y dijo que unificarán equipos técnicos, había muchos rumores de que varios intendentes delasotistas querían apostar por el candidato de la Casa Rosada, sólo para no quedar afuera del juego grande. También está el puntano Adolfo Rodríguez Saá, a quien como se esperaba, no le fue bien en las PASO y tiene futuro incierto ahora. Con el semejante desparramo de dirigentes peronistas que hay en la Nación, en un cierto número de dirigentes locales, apuestan a que Gioja pueda convertirse en el "Mazzón" de Scioli, al menos en esta etapa, en la que hay que trabajar bajo el agua. A Gioja todos lo atienden, incluido De la Sota. El sanjuanino se encamina a hacer una elección histórica el 25 de octubre para un cargo que genera tiempos libres, por decirlo de alguna forma. Nadie se anima a descartar semejante elucubración. Además Gioja ya lo hizo, cuando Scioli empezó a surgir como candidato. El sanjuanino le enhebró una red de gobernadores que han puesto al mandatario bonaerense en el lugar donde está.
Lo que viene casi es un gusto personal y tiene que ver con las encuestas de la Consultora Acierto, que este medio viene publicando desde hace algunos meses. La mayoría dieron en el +/- 3 a 5 puntos, rango permitido en todo cálculo de este tipo. Lo dicho no hace falta reafirmarlo con datos, están publicados los resultados y también los sondeos previos. Salvo Caucete, donde se pronosticaba una diferencia mayor a la que finalmente ocurrió; Calingasta, donde ganaron Jorge Castañeda y Ruperto Godoy; y Capital, donde sorprendió la elección de Rodolfo Colombo, el resto estuvo más o menos en el rango de lo permitido y, en algunos casos, con asombrosa precisión. Hubo dos sondeos que si el lector gusta buscar no encontrará, porque no fueron publicados, aunque sí se conocieron en una entrevista radial con el titular de Acierto, Maximiliano Aguiar, en Radio Sarmiento. En esa entrevista del miércoles o jueves antes del comicio, se dieron los resultados que finalmente ocurrieron en los casos de Capital y Chimbas. Quienes criticaron, hacer favor de revisar estrategias porque por ahí es más fácil y menos costoso hacer eso que criticar a los encuestadores.
