Fue un momento intenso, especial. Algunas mamás bajaron su guardia y se dejaron llevar por la emoción, para quebrarse en lágrimas. Sus niños que padecen cáncer o hemofilia y algunos atletas fueron ron protagonistas de la suelta de globos que se realizó antes de largar el Maratón “Por amor a la vida”, que organizó Fundame a beneficio de los chicos en tratamiento oncológico. Fueron 150 globos blancos y amarillos que dejaron elevarse al cielo y que simbolizaron la lucha y esperanza de vida de los niños que sufren esas enfermedades. Del maratón, en tanto, participaron más de 500 personas.
El color blanco fue porque la consigna de Fundame durante el mes de la campaña de concientización, que se cerró ayer, fue llevar una prenda de ese color; y el amarillo porque representa al cáncer infantil. Minutos antes de la largada, repartieron los globos entre los chicos y corredores y todos juntos los soltaron al mismo tiempo. Los pequeños no ocultaron sus sonrisas y alegría, ante las miradas bañadas en lágrimas de sus mamás.
Luego, para cambiar el clima, los chicos de Fundame se pusieron en la línea de largada y corrieron su mini maratón.
Lo hicieron desde la puerta del Centro Cívico y rodearon la rotonda de Las Heras, ante el aplauso de todos. Entonces fue el turno del resto de los atletas. Los de la categoría competitiva recorrieron 4,5 kilómetros y los de la participativa, la más numerosa, corrieron 2 kilómetros. Algunos intervinieron en familia, incluso con sus bebés en changuitos, otros portaron carteles para concientizar sobre el cáncer infantil y unos hasta avanzaron con sus mascotas. Todos recibieron de recuerdo una medalla y los mejores de la categoría competitiva, además, obtuvieron trofeos.
La recaudación de las inscripciones, en tanto, será destinado a solventar el trabajo de Fundame, informaron.
