Buenos Aires, 23 de marzo.- Un día después de que su figura quedara en el centro de la escena nacional por haber humillado a una persona que era víctima de una inundación, la esposa del gobernador de Tucumán pidió disculpas.
"No tengo justificativo, no puedo echarle la culpa a nadie", admitió la senadora nacional, que analizó su actitud con una fuerte autocrítica, en la que incluyó el anuncio de que no piensa renunciar.
En declaraciones al programa de Dady Brieva en Radio América, Rojkés de Alperovich explicó que estaba agotada tras recorrer la zona de las inundaciones (en la localidad de El Molino) y reaccionó "como una tarada" ante el reclamo de la gente: "Fue una actitud absolutamente primitiva de una persona que está al borde del cansancio psíquico y físico".
"No vivo en una mansión ni tengo diez, he caído de la peor manera. Y en época electoral a estas cosas se las dimensiona", manifestó la legisladora que hasta hace poco tiempo era la tercera en la línea de sucesión presidencial.
La senadora nacional aseguró que no recibió ninguna reprimenda del gobierno nacional y apuntó que ya tiene demasiado con el golpe anímico que sintió por ser protagonista de este escándalo: "Hace un día que no salgo ni miro televisión".
