Debe ser una de las verdades más indiscutidas de este Argentino B: Del Bono juega mejor de visitante que en su cancha de la Esquina Colorada. Por las dimensiones de su cancha, por la presión de la gente y todo potenciado al doble como ayer cuando no cuenta con ese crack llamado Alfredo Molina. En la apertura de la segunda fase y por el grupo B, se ratificó esa premisa que comparten tanto jugadores, cuerpo técnico e hinchas "bodegueros". Es que sin el Luto, el equipo apenas logró igualar 1-1 ante Las Parejas y así rescatar al menos algo, pues la igualdad del Chueco Roldán llegó a falta de dos minutos para el cierre. Un dato marca lo duro que es para Del Bono su propio estadio: de los 48 equipos que participaron en la fase inicial del torneo, el equipo de Villegas terminó en la posición 38 en ese aspecto. De hecho, de los últimos seis juegos de anfitrión sólo ganó uno.

Más allá de este karma, el local largó mejor ayer ante los santafesinos. Tuvo casi media hora de lucidez y eso lo tradujo en varios centros que complicaron a Del Vecchio. Por arriba lo tuvo primero el Teco Fernández y después García, aunque ambos cabecearon alto. Pero con el pasar de los minutos y los nervios creciendo por abrir el marcador, Del Bono se empezó a nublar al compás que la visita se soltó. Las Parejas se animó cada vez más y encontró la apertura del marcador mediante un golazo de Bossoletti. Aunque antes de la chilena del delantero, hubo una grosera desinteligencia entre Paz y Castro ya que ninguno decidió despejar un pelotazo largo y lo pagaron con el 0-1 al descanso.

Con Molina en la platea (tampoco jugó Prieto), adentro de la cancha llegó el momento de la ansiedad. De equivocar los caminos para el Bodeguero y de un ir más por necesidad que convicción. El Pettinato Núñez trató de hacer las veces de enganche y por momentos lo consiguió con buenos resultados, pero todo derivaba en centros. Con García y otro compañero de ocasión en el área, el destino era un rechazo seguro de los centrales. Pero de tanto insistir tuvo su premio Del Bono. Y llegó a la paridad mediante una gran pared por derecha entre Fernández y Paz, que tras un centro preciso encontró la pierna derecha de Roldán para inflar la red. Después sólo quedó tiempo para los incidentes del cierre (ver aparte) y el pitazo final del mal árbitro Lucero, cerrando una tarde donde Del Bono al menos rescató un punto.