Entrevistados por Suplemento Verde, los representantes de la entidad relataron su historia.
Siempre con la palabra +nosotros+ como emblema, dijeron que +arrancamos en la primera campaña 2010/2011, cuando se vendía a intermediarios, por una cuestión de problemas históricos de comercialización y de acceso a mercados, vendiendo a bajos precios. La organización venía trabajando como Asociación, y se comercializa con ese nombre.
En enero de 2011 se envían 4.600 cajas al Mercado Central. Fue algo desorganizado, pero funcionó.
Después pudimos viajar y ahí conocimos bien los detalles para mandar mejor la mercadería, cuando cortarla para que llegue con la madurez justa, como embalarla, como prepararla para presentarla, todo eso nos lo dicen los puesteros del mercado. Ahí entonces empezamos a tomar conciencia de que hay que mandar la mejor fruta que tengas. Luego se empezaron a abrir más mercados como el de Rosario, se hicieron viajes para conocer y generar nuevos contactos, ese segundo año se mandaron 15.000 cajas, al tercer año ya se empezó a trabajar también con el mercado de Mar del Plata; todo esto generó otra relación con los consignatarios, pudimos empezar a trabajar más tranquilos, porque el tipo que nos hace la caja ahora acordamos el precio se la encargamos, el las entrega y cobra después que ejecutamos todo lo que se vendió en la temporada, antes teníamos que señarlas. Ahora por la confianza que tiene con la organización, la palabra es suficiente; esto es una gran ventaja porque es el insumo más caro que tenés en este tipo de producción. Lo caro también es el flete, pero vos cargás el producto acá y el puestero cuando lo vende le paga al fletero, es un costo pero no tenés problema financiero para cubrirlo, no tenés que sacar acá de tu bolsillo+.
Continuaron con su relato. +El tercer año se mandaron 17 mil cajas, el cuarto 19 mil, la temporada pasada 23 mil y en esta se espera estar llegando a las 30 mil cajas. En general se envía hasta los primeros días de marzo, pero eso depende también de las condiciones ajenas como las lluvias. Hemos mejorado en organización, se trabaja sobre la siembra escalonada, para que la producción no se concentre en el mes de enero, que es el mes de más movimiento, entonces los precios bajan. Si hay mercadería los demás meses, cuando hay menos producción, el precio es mejor. Hoy los compañeros de la organización asumen tareas que les han tocado con mayor responsabilidad y confianza en el otro, los controles de calidad, gestiones, contactos y comercialización, embalado, las cajas, etc. Realizan todas las tareas ellos mismos desde preparar la tierra hasta cargar el camión, todo se hace con el trabajo de la familias.
Este año la idea es que se sumen a la organización hijos e hijas de productores, es como hacer una apuesta a la organización uno de los productores dijo ‘ la cooperativa es lo mejor que le podemos dejar a nuestros hijos’.
Una característica central es que son productores sin tierra, es un problema estructural del sector. En esta zona es una cuestión histórica donde se empieza a hacer melón, las características agroecológicas climáticas de la zona permiten esta producción, además la chacra en la familia es central, es lo que le permite ir creciendo. La mayoría de los productores son trabajadores temporarios en fincas, alquilan tierra por temporada para hacer chacra a un costo elevado que solo es por seis meses; eso trae también problemas pensando en la diversificación, además los dueños de la tierra piensan mas en alquilar para el melón, que es una producción más segura que la chacra es muy difícil plantear la diversificación sin la tierra.+
Entusiastas, los miembros continúan con su relato. +El ingreso del melón es fuerte en un momento del año y les permite arreglar la casa, los vehículos para el trabajo, carros para cargar, etc, las familias se van capitalizando de esa manera.
En la Indicación Geográfica se viene trabajando hace tres años más o menos, eso es apoyado desde el Procal que pertenece al hoy Ministerio de Agroindustria, se trabajo con el Municipio de Sarmiento, el INTA y la provincia. Se hicieron varios talleres, la idea era la realización de un protocolo de cómo se produce el melón en la zona y eso es lo que garantiza ese sello de identificación geográfica, +es un melón que se produce de determinada manera, definida por los productores+. Ese sello salió en el 2105, creemos que es una herramienta muy valiosa, si logramos que el consumidor identifique el sello de calidad en el mercado y lo asocie a un melón producido con calidad en determinada zona del país, que es una producción con características diferenciadas. En este momento estamos en una etapa de profundización de la difusión del sello, que el productor sienta el valor de este en su bolsillo. Por supuesto que también sirve para visualizar un sector, antes habían dos o tres marcas de melones conocidos y no se visualizaba el chacarero sin tierra, que producía y se los vendía a un intermediario, entonces este sello se trabajó con organizaciones de agricultores familiares dándole visibilidad a los campesinos indígenas de este sector.+
Finalmente cuentan que +después de este proceso surge ‘La Mesa del Melón’, donde participan numerosas organizaciones e instituciones, y se comienza a mirar este sector productor de melón que en general son pequeños productores de 0,5 y 1 Ha, hasta 3, alquiladas. En estas reuniones se discuten las problemáticas del sector ahí surgió un proyecto muy interesante que es el del acceso a la tierra. Es el problema estructural del sector. Hay tierras fiscales de la Nación, la Provincia y el Municipio; se planteó a la provincia entregar tierra a las organizaciones para que produzcan, unas 10 Ha por familia para que puedan producir sin problemas y encarar a la larga un proceso de transición hacia un manejo agroecológico.
