Pese a que el Ministerio de Desarrollo Humano les ofreció alimentos, ropa y hasta la posibilidad de poder alquilar una casa (un gasto a cargo del Estado), la familia que desde enero vivía en una carpa en la Quebrada de Zonda, Rivadavia, no aceptó el ofrecimiento y ayer a primera hora dejó su asentamiento provisorio para mudarse a una vivienda precaria de Caucete.
Hugo, el jefe de familia y que prefiere reservar su apellido, dijo que no aceptó el ofrecimiento de alquilar una vivienda a costa del Estado porque no tenía suficiente dinero. “Me dijeron (por las asistentes sociales) que buscara una casa y que les llevara el contrato de alquiler firmado, para que ellos empezaran a pagar. Pero para tener un contrato, en cualquier lado te piden como mínimo dos meses juntos y yo hoy sólo tengo 700 pesos”, dijo Hugo, que vivía en la carpa junto a su pareja, Mariela, y sus hijos de 6 y 4 años y 7 meses, luego de haber quedado en la calle.
El ministro Daniel Molina ayer dijo que “Desarrollo Humano en estas situaciones paga 3 meses juntos, uno de depósito y dos de alquiler. Y mientras buscaran una casa, les ofrecimos alojamiento en dos hogares estatales, para que estén protegidos y cuidados. Pero esta familia no aceptó nada y dejó la carpa”.
Según expresó Hugo, tomaron esa medida porque temían que les sacaran a los chicos de su custodia. Por eso aceptaron irse a una vivienda precaria en una finca de Caucete, que les consiguió un periodista. El problema es que esta vivienda no tiene luz ni agua, confesó ayer Hugo, luego de haberse mudado. Al cierre de esta edición, un equipo de profesionales estaba rastreando a la familia, para seguir el caso. “Nosotros no buscamos separar a los padres de los niños, sino todo lo contrario. La idea es que estén todos juntos, pero protegidos”, dijo Molina.
