Las paredes impecables, los troncos del techo recién barnizados y las estanterías con carteles hechos en cartulina y a mano, son lo primero que se advierte al entrar a la flamante biblioteca popular Martha y Elena Montaña, en el predio del Club Deportivo El Rincón, en Albardón. El olor a pintura fresca contrasta con la calidez de la sala, que en el centro tiene una mesa que bien podría ser la de una casa cualquiera, lista para sentarse a leer. En las estanterías se mezclan manuales con diarios de varias décadas atrás, revistas infantiles, libros de pedagogía y hasta una pequeña publicación editada en 1922 sobre La Teoría de la Relatividad, que muestra a un joven Albert Einstein en la portada. "Los libros eran de mi madre, Martha, y de mi tía, Elena. Las dos fueron grandes luchadoras por la educación. Las dos nacieron aquí, en Obispo Zapata, localidad que todos conocen como El Rincón y aquí fue donde empezaron a trabajar como maestras", contó Mariela Verón, fundadora de la biblioteca.
Según el relato, muchos albardoneros aprendieron a leer y escribir con las dos hermanas Montaña. Mariela también es maestra y desde hace 3 años, vive en una casa que construyó en el terreno que heredó de su madre. "Cuando mi mamá se jubiló como directora de escuela, me tocó a mí sucederla en ese mismo lugar. Fue una experiencia muy linda", aseguró. Como homenaje a ese trabajo docente de tantos años, Mariela pensó que lo mejor era rescatar todos aquellos libros, revistas, diarios, láminas, que durante mucho tiempo habían utilizado su madre y su tía (fallecida hace 7 años) para enseñar y ponerlos a disposición de la comunidad.
"Mi madre siempre me daba consejos con respecto a cómo enseñar. Me decía que tuviera cuidado con los cambios, porque no era cuestión de adoptar lo nuevo y desechar lo viejo, sino utilizar lo mejor de ambas formas de enseñar para que los niños lo puedan aprovechar", explicó Mariela. La ortografía, según dijo, fue siempre la gran preocupación de Martha y Elena. "Eran muy insistentes con eso, decían que había que tener mucho cuidado con la ortografía y hacer que los niños leyeran mucho, para mejorar ese aspecto", dijo sonriendo.
La idea de Mariela es que la biblioteca pueda sostenerse con el aporte de los socios. El Club Deportivo El Rincón cede el lugar para que funcione y como ella misma anunció, "se reciben donaciones de todo tipo". "Acá la biblioteca más cercana está frente a la plaza de Albardón, por eso creo que este lugarcito le va a servir a muchos chicos de El Rincón, Las Tapias y otras zonas del departamento, para poder estudiar y buscar materiales para la escuela. Y aunque mi tía ya no está y mi mamá está postrada en una silla de ruedas, su tarea de enseñar a leer sigue manteniéndose viva", dijo la fundadora de la biblioteca.
